La artista Marifé Rozalén convierte las calles de Aldeahermosa en un museo al aire libre en el mundo rural como resistencia frente a la globalización cultural

Desde temprana edad, Marifé Rozalén Reyes (Aldeahermosa, 1997) manifestó una innata inclinación hacia la creación artística. Durante años, el arte desempeñó una función lúdica o terapéutica. La posibilidad de expresarse más allá de las limitaciones lingüísticas constituye otra razón firme por la cual continuó su interés por las artes: transmitir mensajes, contar historias , provocar o expresar emociones al espectador.

Actualmente, y tras terminar el grado de Bellas Artes en la Universidad de Granada, la artista se ha afincado en el muralismo como forma de expresión artística (2020). Para su Trabajo Fin de Máster, optó por llevar el arte a la población rural de una manera innovadora y muy especial. Reproducimos a continuación las reflexiones de esta artista sobre este proyecto cultural que ha puesto en el mapa a esta localidad de la comarca de El Condado.

MUSEO AL AIRE LIBRE EN ALDEAHERMOSA ¿Por qué? ¿Para qué?

«Me atrapó el hecho de trabajar en la calle y como se producían puntos de encuentro con el pueblo, generando un diálogo con los vecinos, invitándolos a reflexionar, cuestionar e interactuar con el muro. Hubo muchas más razones que me llevaron a seguir, entre ellas tener la oportunidad de comunicar un mensaje a la sociedad, ya fuese de carácter político, social o cultural, aprovechando el impacto visual y la accesibilidad que conlleva realizarlo en la vía pública

Por otro lado, mostrar algo más personal, como puede ser nuestra visión del arte, también ha sido una motivación muy importante. Transformar el entorno urbano aportando color y vida a lugares monótonos o deteriorados, es otra forma de expresar la creatividad y el compromiso con el espacio público De alguna forma, difundir el patrimonio histórico, cultural o artístico de un lugar, mediante la representación de personajes, símbolos o acontecimientos relevantes es motivo de orgullo para los habitantes locales y eso es gratificante para el artista.

Una posible respuesta a la pregunta de por qué realizar obras murales en una zona rural, sería la oportunidad que ofrece un espacio alternativo al urbano, donde se pueden explorar otras formas de vida, de relación y de expresión. Lo rural también puede ser un espacio de resistencia frente a la homogeneización y la globalización cultural. Puede ser un espacio de memoria, de identidad y de diversidad. Lo rural puede ser un espacio de creación, de experimentación y de innovación. Por otro lado utilizar el muralismo es una forma ingeniosa y sorprendente de empoderar un pueblo de unos 1000 habitantes y más, siendo donde he nacido y crecido.

El proyecto se desarrolló con la intención de embellecer espacios públicos y al mismo tiempo incentivar la participación de la comunidad en la creación artística. Involucra a la comunidad y desarrolla en las personas competencias y aptitudes artísticas. Es una manera de acercar el arte a toda la población mediante la creación de murales con diseños inspirados en la cultura local y la naturaleza.

Trabajar para que la cultura sea lo más accesible posible, participativa, descentralizada y diversa. Se trata de reflejar todo tipo de realidades y necesidades. Hacer del arte y la cultura un derecho y no un privilegio.

Los murales fueron realizados en espacios públicos como centros educativos, plazas, edificios comunitarios y espacios cedidos por los mismos vecinos del municipio. De este modo, se convierte en un atractivo turístico para los visitantes, además de un motivo de orgullo para los habitantes locales.

Después de esto, se realizaron más intervenciones por las calles del pueblo a manos de un grupo de niños y dirigido por Marifé Rozalén».

Sobre estas lílneas, algunos de los murales de la artista Marifé Rozalén en la localidad de Aldeahermosa.