El veterano periodista de El Tranco publica «Vidas y Costumbres Borradas», que rescata la memoria de los antiguos pobladores y el vocabulario serrano

El veterano periodista Antonio Arroyo Serrano, originario de la Sierra de Segura, ha publicado ‘Vidas y Costumbres Borradas’, su libro de recuerdos de la historia y las gentes del poblado del Tranco y alrededores. El libro, que se presentó en primera instancia en la Feria de la Trashumancia de Santiago-Pontones, es la síntesis del trabajo que Arroyo ha empleado en dar a luz a esta publicación, donde recupera recuerdos, sensaciones y experiencias de toda una vida para plasmarlas en un loable y enriquecedor trabajo que recorre la fascinante historia de esta agreste y hermosa tierra serrana. Antonio Arroyo es bisnieto de Foro, hijo de Catalina y Antonio y esposo de Lici.

Antonio Serrano nació, precisamente, en El Tranco, y siempre ha estado conectado a sus orígenes aunque su trayectoria profesional le haya forzado a vivir fuera durante casi toda su vida.

El libro cuenta con  el prólogo de Lope Morales Arias, la corrección de texto y maquetación de Tomás Gallego Peinado y la portada de Santy Sandoval Rubira.

 “Son recuerdos de la vida y de las gentes del Tranco y la comarca, con fotos de los habitantes y la construcción del embalse, la central y sus trabajos, contadas en tres partes”, explicó Antonio Arroyo durante la presentación del libro.

Las tres partes más sobresalientes del libro son:

-Vidas borradas: el antes, durante y después del lugar y sus moradores, así como su forma de vida, la orografía y la transformación del lugar.

-Costumbres borradas: la despoblación de las aldeas, cortijos y todo lo que les acompañaba, borradas porque les estorbaba para hacer el Coto Nacional de Caza. Fue la despoblación programada al prohibir el medio de vida practicado durante generaciones.

-Diccionario serrano: hay palabras que hoy oímos con curiosidad e indiferencia pero que fueron parte de la vida laboral y social del entorno hasta el último cuarto del siglo XX. Son más de 600 palabras recogidas por varios serranos.

Tras su presentación en el Lugar de Encuentro de Santiago de la Espada, Antonio Arroyo presentó la semana pasada esta publicación en el salón de actos de Servicios Sociales de Beas de Segura, rodeado de un buen nutrido grupo de amigos, entre ellos su amigo e hijo predilecto de Beas de Segura, Rufino Gomera.

Según ha escrito de él el periodista jiennense Antonio Garrido, Antonio Arroyo “es uno de los grandes periodistas que ha dado la provincia de Jaén, ya jubilado, pero con una trayectoria muy rica en medios de comunicación por diversos lugares de la geografía española, también en Jaén, Úbeda en concreto, hasta que recaló en Córdoba, donde estuvo muchos años dirigiendo la emisora Onda Cero y es en la vecina capital de La Mezquita donde reside y se ha ganado el reconocimiento profesional y social”.

Antonio Arroyo nació en las casas que hay junto al túnel de entrada al pantano del Tranco, en el término municipal de Villanueva del Arzobispo, a unos cientos de metros del embalse que pertenece al municipio de Hornos de Segura. Por eso suele decir que se siente serrano y sobre todo “tranqueño”.

“Describe, y de qué manera, la despoblación que se ha ido experimentando en las aldeas, cortijos y todo lo que les acompañaba, borradas porque estorbaban para hacer el Coto Nacional de Caza. Fue la despoblación programada al prohibir el medio de vida practicado durante generaciones. Por último el libro contiene un imprescindible diccionario serrano, palabras que hoy se escuchan con curiosidad e indiferencia pero que fueron parte de la vida laboral y social del entorno hasta el último cuarto del siglo XX, se trata de más de 600 palabras recogidas con la ayuda de varios serranos”, destaca Antonio Garrido.

Por su parte, el prologuista del libro, Lope Morales Arias, ha escrito: “Los recuerdos, cuando se tratan con el respeto y el cariño que lo hace Antonio, se convierten en el mejor de los tesoros. Se trata de una parte de la intrahistoria serrana, una forma unamuniana de mirar la historia real, silenciosa y continua, la de la gente callada que no sale en los periódicos pero a pesar de quien mande, se levanta ilusionada cada mañana”.

Lope Morales llama igualmente la atención de que otra de las pretensiones del libro es una llamada a la conservación de la cultura rural y local, “un canto contra la deshumanización galopante de nuestra sociedad y un recordatorio de que el respeto, el esfuerzo y la honradez fueron los valores principales en los que siempre se sostuvo la vida en la sierra”.