Tatyana Chernenko, técnico Fundación Lumiére de Carboneros.
Entre el mar de olivos de provincia Jaén se esconden los pueblos pintorescos y autóctonos de Andalucía, auténticas joyas, con su gente amable y trabajadora que tiene mucho respeto a la naturaleza, adora sus tierras y vive de ellas, de trabajo duro en campo. En el km 175 de la autovía de Andalucía A-4 se encuentra Carboneros, una población de 615 habitantes, procedentes en sus antepasados de Alemania, unos repobladores de la Sierra Morena en el siglo XVIII. Hasta hoy, algunos de esos vecinos, en su octava generación, conservan los dos apellidos alemanes.
Hace medio año desde que me desplace primera vez para conocer el pueblo y ya soy una más de los afortunados de vivir en estas tierras. Estar en plena naturaleza entre los olivos, escuchar los cantos de los pájaros en el amanecer, las risas de los niños jugando en la calle, me volvió atrás, en los años más felices de mi vida, cuando no sentía agobio y la presión de una urbe grande, contaminación, trafico, esa vida que teníamos cuando éramos sin niños sin muchas preocupaciones. Ir por la calle sin prisa, respirar el aire puro y limpio, contemplar la naturaleza o simplemente saludar a tus vecinos da la sensación muy acogedora de pertenecer a una gran familia donde se conocen todos.
No pensé dos veces, me mude a Carboneros y aquí pienso quedarme muchos años. Tengo suerte de trabajar telemáticamente, que está muy de moda ahora debido a las circunstancias que atraviese el país y todos sus ciudadanos. Este sitio es idóneo para esconderte del mundo entero y, a la vez, está muy bien comunicado con el mundo exterior, por la carretera A4 se puede acceder a todos los pueblos y las ciudades importantes de la zona como Jaén, Linares, La Carolina, Córdoba, todos los servicios están al lado. Pero lo más valioso que se puede encontrar es la sinceridad y amistad de la gente, la naturaleza y calidad de vida que uno no puede ni imaginar.
Muy pronto este pequeño pueblo estará en habla de todos. En Carboneros se desarrolla el proyecto solidario “El aceite de la Vida” cuyo objetivo principal es cuidar y proteger olivos centenarios, contribuir a la activación de las economías rurales potenciando estas y ayudando con ello a la lucha contra la despoblación. Fundación Lumière cuenta con la colaboración e implicación total del Ayuntamiento de Carboneros, con su alcalde, Domingo Bonillo, a la cabeza, y muchas otras entidades que se están sumando a esta iniciativa. Ese trabajo conjunto va a hacer posible la construcción del Ecoparque por la Solidaridad y al Concordia de los Pueblos para las generaciones actuales y futuras. Será un sitio único, donde los visitantes podrán unirse a la naturaleza, conocer mejor el mundo de la producción de aceite de oliva virgen extra, el oro líquido, verdadero sumo de aceituna y la estrella de la gastronomía española.
Carboneros será la Meca de la solidaridad, sitio de interés cultural con reconocimiento a nivel mundial. Orgullosa estoy de poder participar desde el inicio en este proyecto maravilloso y aportar mi pequeño granito en cuidados de los olivos centenarios como símbolos de la cultura española y dar de conocer la verdadera importancia de este pequeño gran fruto.