El cantautor se hermana en Jaén con Miguel Hernández y la cantaora linarense recibe el Premio Princesa de Asturias de las Artes

“La patria de todos es el canto, la voz y la palabra”. Esas fueron unas de las primeras palabras que se escucharon en el Teatro Infanta Leonor antes de la salida de Paco Ibáñez, que fue arropado entre los aplausos del público que llenó el teatro de la capital para esta gran actuación incluida en el 23 Festival de Otoño de Jaén. La cita era esperada y esos largos aplausos lo demostraron. Desde sus primeros momentos se mostró cómplice con un público, y manifestó sentirse “contento de volver a Jaén y de cantar; y de que vosotros estéis contentos de que haya venido. ¿Hacemos un intercambio?” Y ese trato llegó a buen puerto, pues el escenario y el patio de butacas conectaron desde el primer instante. El artista Paco Ibáñez se ha encontrado con un público entregado que ha asistido al Teatro Infanta Leonor con toda la intención de vivir con intensidad esta actuación incluida en el 23 Festival de Otoño que organiza el Ayuntamiento de Jaén, y programada con la colaboración del Consejo Social de la Universidad de Jaén. Sus ‘Andaluces de Jaén’ ha cobrado más sentido que nunca, pues ese tema basado en el poema ‘Aceituneros’ de Miguel Hernández, que tantos éxitos le ha traído al artista desde que lo musicara allá por los años sesenta, se gestó durante la estancia del poeta en la capital. Y es por eso que ha cerrado un círculo perfecto que ha hecho aún más especial la gira que inició el artista en abril, con la actuación en la capital de ‘Nos queda la palabra. Andaluces de Jaén’. Ibáñez, Hernández y Jaén se han hermanado, y lo han hecho en el Festival de Otoño, que tras el concierto inaugural de hace unas semanas, ha arrancado definitivamente. A lo grande, y con un grande. Noche muy esperada la de hoy, con una actuación de la gira ‘Nos queda la palabra’ de Ibáñez, que se dibujaba especial y única para Jaén (de ahí que sumara ese ‘Andaluces de Jaén’ al nombre del proyecto). Una trayectoria de décadas con la palabra y la música como armas de combate ideológico se proyectaba esta noche en el teatro de la capital. Temas que beben de muchos de nuestros poemas universales, con la música y la voz de quien los ha defendido a lo largo de una carrera larga y contrastada.

Esa es la propuesta de Paco Ibáñez, y eso lo que buscaba el público que se dio cita en el Infanta Leonor. Porque estos versos y la forma de entenderlos e interpretarlos de Ibáñez están más vigentes que nunca, pues como señala el propio artista en la declaración de intenciones de esta gira, “en tiempos de ignominia como ahora a escala planetaria y cuando la crueldad se extiende porvdoquier fría y robotizada nuestras palabras no pueden ser un adorno”.     Precisamente, el artista, combativo desde los inicios, pues nobleza obliga cuando se trata de una trayectoria como la de Ibáñez, y así manifestó en el arranque de su actuación que “España se ha lavado la cara con la memoria historia, y debemos estar contentos de que haya ocurrido eso. España se ha reintegrado en las democracias”.

Por cierto, Paco Ibáñez visitará este sábado 28 de octubre el museo Miguel Hernández-Josefina Manresa de Quesada y mostrará su apoyo al proyecto del Fondo Bibliopoético Miguel Hernández.

El concierto de Ibáñez ha abierto de manera definitiva la programación de 23 Festival de Otoño de Jaén (la inauguración tuvo lugar el 30 de septiembre con Chico Pérez y la Orquesta Filarmónica de España). Y continuará este sábado, 29 de octubre, con ‘Proyecto 4×2. Música Experimental’ (Auditorio Museo Ibero. 12.00 horas); y el domingo, 30 de octubre, con el montaje ‘Eco’ a cargo de Ymedio Teatro (Teatro Darymelia, 18.00 horas).

Carmen Linares

Por su parte, la cantaora Carmen Linares y la bailarina y coreógrafa María Pagés han sido galardonadas con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2022. Convertidas en dos de las figuras más importantes del flamenco de las últimas décadas, en Carmen Linares y María Pagés converge el espíritu de varias generaciones que, desde el respeto por la tradición y la hondura de las raíces del flamenco, han sabido modernizar y adaptar su esencia al mundo contemporáneo, elevándolo, aún más si cabe, a la categoría de arte universal.

Conocida como Carmen Linares, Carmen Pacheco Rodríguez nació el 25 de febrero de 1951 en Linares (Jaén). Comenzó a cantar en compañías como la de Paco Romero o Carmen Mora y en tablaos madrileños populares, como Torres Bermejas y Café de Chinitas.

Es, según los expertos, una de las voces más importantes del cante flamenco, a la altura de nombres como Enrique Morente, Camarón o La Niña de los Peines. Ha sido la primera cantante flamenca en actuar en el Lincoln Center de Nueva York, invitada por la Orquesta Filarmónica de la ciudad, y ha actuado en los más importantes escenarios de todo el mundo, como el Teatro Colón de Buenos Aires, la Ópera de Sídney, el Palau de la Música de Barcelona, el Teatro Chaillot de París, el Barbican Center de Londres o el Teatro Real de Madrid.

En su discografía destacan los álbumes Cantaora (1988), las Canciones populares antiguas (1993) –con textos de Federico García Lorca–, Antología de la mujer en el cante (1996), Que no he muerto (2003) –con textos de Juan Ramón Jiménez–, Oasis Abierto (2011) y Verso a verso (2017).

Carmen Linares, junto a la bailaora María Pagés, en su actuación al recibir el Premio Princesa de Asturias de las Artes.

Ha participado, además, en proyectos escénicos con artistas como Manolo Sanlúcar o Blanca Li o la Compañía Nacional de Arte Dramático. En la actualidad continúa de gira con un espectáculo que celebra sus más de cuarenta años sobre los escenarios.

El 8 de marzo de 2022 fue una de las nueve mujeres elegidas por el Instituto Cervantes (Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2005) para depositar símbolos de su legado en la Caja de la Letras de la institución. Linares es la única mujer del flamenco que ha logrado el Premio Nacional de Música de España en la categoría de interpretación (2011).

Ha obtenido, además, el Premio de la Academia Francesa del Disco (1991) y el Premio de la Asociación Nacional de Críticos de Arte Flamenco (1995), la Medalla de Plata de Andalucía (1998), la Medalla de Oro de las Bellas Artes (2006), la Medalla de Oro de Madrid (2019), el Master of Mediterranean Music Award del Berklee College of Music (EE. UU., 2019), el Premio Internacional Terras sem Sombra del festival homónimo portugués (2019) y el Premio Meridiana del Instituto Andaluz de la Mujer (2022), entre otros.

En 2011 recibió el Premio de la Música a toda una vida de la Academia de la Música española y en 2012 le fue concedida la Medalla de Honor del Festival Internacional de Música y Danza de Granada.