El municipio de la Campiña alta jiennense presenta su oferta patrimonial y natural en un vídeo turístico que invita a conocer el pueblo
Fotografía de portada: El alcalde de Cazalilla, Manuel J. Raya, junto al mostrador de Cazalilla en la Feria de los Pueblos.
“Cazalilla… disfruta, vive, sueña…”, es el lema del nuevo vídeo turístico de Cazalilla, que se presenta en la Feria de los Pueblos.
En plena Campiña alta jiennense, Cazalilla tiene documentada la presencia humana desde la Edad del Cobre, tanto por la cerámica recogida en su casco urbano como por el asentamiento del Cerro de la Coronilla, en el Cortijo de la Atalaya. En época romana existió un poblamiento disperso, probablemente villae, una de ellas situada en el actual emplazamiento de Cazalilla.
En el centro del casco urbano se encuentra su edificio más significativo, la iglesia parroquial de Santa María Magdalena. Sobresale por su volumen y altura, así como por la calidad de los materiales constructivos y su belleza artística. Llama la atención la prestancia de su torre. Su construcción debió acometerse en el siglo XVII.
Pegada a la iglesia parroquial se encuentra la denominada Torre de Calígula, un torreón semicircular del antiguo castillo. Torreón que fue declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía en el año 1985.
También hemos de destacar la Casa Carrilera, del siglo XII y la Casa del Pósito, hoy reconstruida por su actual dueño.
Cerca del núcleo de población se encuentra el Charcón de la Virgen de la Cruz, área recreativa ubicada sobre un antiguo vertedero recuperado como zona verde y que cruza a través de un puente el primero de los anteriores arroyos. Vinculada a estos cursos de agua encontramos una típica vegetación de ribera, en la que destacan juncos, carrizos, cañas, berros, y eucaliptos, álamos, olmos y sauces llorones.
Otras zonas de esparcimiento para la población y los visitantes de Cazalilla son el Parque Pilar de la Dehesa, lugar de ocio y descanso que dispone de áreas de sombra con barbacoas, fuentes de agua y mesas, en una de las cañadas ganaderas que atraviesan la Campiña, y el Pilar Viejo, zona recreativa equipada de merenderos y buenas vistas a la Campiña.
También merece especial mención el Cerro de la Coronilla, situado en el cortijo de la Atalaya, lugar en el que se ha identificado el primer asentamiento importante de Cazalilla, configurado gracias a su altura como elemento integrante de un sistema defensivo estratégico de la zona en la Edad del Cobre.
El 3 de febrero se celebra la Festividad de San Blas, muy querido por los vecinos no solo de Cazalilla, sino también de los pueblos limítrofes, como Espeluy, Villanueva de la Reina y Mengíbar.
La tradicional bendición de las rosquillas del Santo culmina con la conservación por parte de las madres durante largo tiempo de estas rosquillas de pan bendecidas por el santo, las cuales son comidas a pedacitos por los niños como eficaz remedio cuando se ven afectados por un golpe de tos. Del mismo modo se utilizan las cintas de colores que ha sostenido el santo en su mano, para que una vez colocadas en el cuello sirvan para curar y prevenir las afecciones de garganta.
Enlace al vídeo promocional de Cazalilla: