Apoteósica representación de la obra lorquiana de la mano del grupo ALCO con la fusión de la Agrupación Municipal Villanovense

Villanueva del Arzobispo merece ser considerada ya, por derecho propio, el referente provincial de las artes escénicas. Y si había alguna duda, la representación de ‘La Casa de Bernarda Alba’ ha glorificado y engrandecido el teatro villanovense. Era el penúltimo día de la XXIII Muestra Local de Teatro (que se cierra este viernes con «La isla y la piedra» a cargo de la Escuela Municicipal de Teatro), en un entorno mágico como es el palacete de los Vélez gracias a la generosidad del empresario oleícola Santiago Bañón, y con una fusión, tan inédita como apoteósica, del grupo ALCO y la Agrupación Municipal Villanovense, dos de los principales iconos culturales del municipio. Los primeros cumplen 25 años de trayectoria escénica mientras que la Agrupación Musical, bajo la batuta del joven director torafeño y en esta ocasión también solista Juan Pedro Luna, está celebrando sus 40 años de vida.
Una coctelera, la que formaban la brillante interpretación de las actrices y actores de ALCO, junto con los músicos villanovenses y el encanto del patio del edificio señorial de la casa Vélez, que dio como resultado una auténtica oda al teatro y a la cultura con mayúsculas. Una representación con dos sesiones (150 espectadores en cada una de ellas) que emocionó y puso en pie al público.

Y una obra lorquiana que, 86 años después de ser escrita por el poeta universal, mantiene su vigencia a la hora de abordar la represión y la falta de libertades de la mujer en la España profunda. Aunque la obra en tres actos la escribió Lorca en 1936, no pudo ser estrenada ni publicada hasta 1945 en Buenos Aires gracias a la iniciativa de Margarita Xirgu. Una escenificación que dignificaron los miembros de ALCO en la que ha sido su tercera aportación a la Muestra Local de Teatro de Villanueva del Arzobispo. Mención especial para Diego Jiménez, director de ALCO, de la Escuela Municipal de Teatro y alma mater de la Muestra Local. Jiménez es también responsable de que en Villanueva del Arzobispo el teatro se viva con una efervescencia y una pasión difícil de encontrar en otros lares. Y felicitar también al Ayuntamiento de Villanueva por su apuesta decidida por hacer de las artes escénicas un camino brillante para hacer cultura en el pueblo.
Por eso, si Bernarda Alba ha servido para glorificar el teatro de Villanueva, no cabe más que desear «larga vida al teatro y a la cultura villanovense».