Los nuevos Ayuntamientos deben reclamar un nuevo sistema de financiación local y priorizar la lucha por el Reto Demográfico, el gran desafío de esta provincia
FOTOGRAFÍA: ÁLVARO TORRES MONTORO. Imagen de Albanchez de Mágina, el municipio que ha perdido concejales por la pérdida de población.
Las nuevas Corporaciones surgidas de las elecciones del 28-M han quedado ya constituidas en los 97 Ayuntamientos de la provincia de Jaén. Se abre ahora un nuevo mandato, una nueva etapa donde el Municipalismo más auténtico y comprometido debe seguir siendo la piedra angular que guíe la gestión de los alcaldes y alcaldesas.
Nuestros regidores locales son los instrumentos más cercanos entre la política y las necesidades ciudadanas. Durante la pandemia, el papel de estos mandatarios ha sido fundamental para atender los servicios básicos de las poblaciones, en especial de las más pequeñas.
Son personas que dedican las 24 horas del día al servicio público, en muchos casos sin recibir nada a cambio, más allá del afecto, y también en ocasiones la incomprensión, de sus vecinos y vecinas.
Pero es ahora, cuando echa a andar un nuevo mandato municipal, cuando conviene reclamar, una vez más, un nuevo sistema de financiación para los entes locales, que cada vez se ven obligados a prestar más cometidos a sus vecinos sin que lleguen más recursos económicos a las arcas municipales.
Los retos que tienen por delante los nuevos Ayuntamientos de Jaén no son muy diferentes a los que tienen los 8.131 municipios que existen en toda España. Pero donde sí que existe una sintonía casi total es con el desafío demográfico que padece la España de interior y, muy especialmente, la llamada España Vaciada.
Jaén es la provincia andaluza más castigada por la despoblación, con una pérdida de más de 46.000 habitantes en la última década. Jaén es una de las 17 provincias españolas que han perdido población en el último medio siglo, provincias que suman el 43,7% de la superficie de España pero solo el 12,68 % de los residentes.
Este desequilibrio territorial es la base de este problema demográfico que atenaza el presente y el futuro de la provincia porque está provocando la marcha de los más jóvenes y de una diáspora del talento local. Un tema que, lógicamente, escapa a las competencias de los municipios y que sólo puede abordarse desde un plan transversal que implique al conjunto de las Administraciones públicas. Y urge también que se afronte el Reto Demográfico como un verdadero Asunto de Estado.
Además del desafío demográfico, son muchos más los retos que tienen por delante las nuevas Corporaciones locales. Retos que tienen que ver con el bienestar de sus vecinos y vecinas y con la prestación de servicios que impliquen una mayor calidad de vida en los territorios.
Es la hora de los Ayuntamientos, de las alcaldesas y los alcaldes y de reivindicar un Municipalismo con mayúsculas, para que los pequeños y medianos municipos dejen de ser la Cenicienta del tablero político e institucional de este país.
Y en el caso de Jaén nos sumamos al deseo expresado por el portavoz de Jaén Merece Más (una de las formaciones noveles en el mapa político de la provincia) en el Ayuntamiento de Jaén, Manuel Carlos Vallejo, para que el dicho popular que dice que “a Jaén se entra llorando y se sale llorando”, se cambie por el de “a Jaén, encantado, feliz, dichoso y sonriente entrarás, y de él llorando saldrás”.