Conferencia del profesor Vicente Ruiz en Bedmar al clausurar la muestra «El viaje a la especiería de Magallanes y Elcano»
Bajo el título “La Peste de las Naos en la primera vuelta al mundo”, el doctor en Historia Vicente Ruiz García, licenciado en Geografía e Historia y Graduado Social Diplomado por la Universidad de Granada, ofreció anoche en Bedmar la conferencia de clausura de la muestra «El Viaje a la especiería de Magallanes y Elcano» exposición que se ha podido ver todo este mes de octubre en el centro de Paleomágina.
Vicente Ruiz, profesor de Instituto y de la UNED, asesor de la Cátedra de Historia y Patrimonio Naval, y autor de libros como “De Segura a Trafalgar” (2009), “Las Naves de las Cortes” (1808- 1812) o el último «Cocina a bordo», sobre alimentación, salud y sostenibilidad en las largas travesías marítimas del siglo XVIII, resaltó en su intervención el papel fundamental de los españoles tanto en la detección de la enfermedad de los marineros, el escorbuto, como en las técnicas y elementos que se utilizaron para su curación, frente a las versiones oficiales o noticias falsas que sitúan a médicos ingleses y americanos como los descubridores de las bondades de los cítricos en el tratamiento de esta enfermedad, considerada como una de las principales pandemias de los períodos de los descubrimientos y la primera vuelta al mundo.
En la presentación de la conferencia, el alcalde de Bedmar-Garciez, Pablo Ruiz Amezcua, resaltó la labor investigadora y el conocimiento del conferenciante sobre el tema elegido para clausurar la exposición sobre Magallanes y Elcano y la Primera Vuelta al Mundo que ha estado abierta durante todo este mes en el Centro Paleomágina.
Vicente Ruiz se refirió a la situación provocada en las embarcaciones cuando durante la travesía del Pacífico que duraba cuatro meses, las tripulaciones se veían obligadas a enfrentarse al mayor enemigo del siglo XVI: el escorbuto, también conocido como la peste de las naos, una enfermedad que provocaba una muerte lenta y dolorosa.
Detrás de la mayor gesta del siglo XVI la vuelta al mundo, señalaba Ruiz, “se esconde también la mayor catástrofe sanitaria y marítima conocida hasta el momento, pues el escorbuto mató a más marineros que todas las batallas marítimas de la época. Y eso a pesar de que la enfermedad no era contagiosa frente a lo que en esos años se pensaba, pues no se conocía el origen de la enfermedad”.
En noviembre de 1521, las naos la Trinidad y la Victoria consiguen llegar a las Molucas y abastecerse de especias, pero solo la Victoria, capitaneada por Juan Sebastián Elcano, regresará a Sevilla. La Trinidad, tras su intento frustrado de tornaviaje por el Pacífico, tendrá que volver a las Molucas. El escorbuto causará estragos en su tripulación.
La decisión de Elcano de volver a España atravesando el Índico y el Atlántico le permitirá salvar lo que queda de la expedición y dar la primera vuelta al mundo. Sin embargo, tendrá que mantener la nave lejos de la costa, ya que navega por aguas que pertenecen a Portugal y sus barcos podrían interceptarla. Sin posibilidad de abastecerse de alimentos frescos, la tripulación sufrirá hambre, ausencia de alimentos frescos y sobre todo de la Vitamina C de los cítricos, por lo que registró un nuevo brote de escorbuto.