El Ayuntamiento reivindica también el original, que se conserva en el Archivo Histórico Provincial
La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía ha hecho entrega a los vecinos de Iznatoraf de una copia en alta resolución de su fuero, otorgado por Fernando III el Santo en el siglo XIII, aunque la copia que se preserva desde los años 50 en el Archivo Histórico Provincial de Jaén, dependiente de la Consejería, parece proceder del siglo XIV. Así lo ha puesto de manifiesto el delegado territorial, Jesús Estrella, que ha mantenido un encuentro con el alcalde de la ciudad, Pascual Manjón, al que también ha hecho entrega de cuarenta ejemplares de una publicación de 2013, una edición facsímil, transcripción y estudio del documento que recoge el trabajo de años de investigación y análisis.
Jesús Estrella ha resaltado la labor de colaboración entre el Archivo Histórico Provincial de Jaén y los ayuntamientos de la provincia “para preservar la historia de los municipios jiennenses, digitalizando aquellos documentos con relevancia histórica como garantía de su conservación e instrumento de difusión”. El delegado ha aludido al interés del documento como muestra del ordenamiento jurídico de una época clave en la historia de España y de la provincia, en la que Iznatoraf contaba con una posición de liderazgo territorial y administrativo respecto a municipios como Villacarrillo o Sorihuela de Guadalimar.
Se trata de un manuscrito, realizado en pergamino,que recoge la recopilación legislativa que había de servir de ordenamiento jurídico a la villa de Iznatoraf y asu alfoz o territorio -Villacarrillo (Torre de Mingo Priego), Villanueva del Arzobispo (La Moraleda) y Sorihuela-, tras la conquista por Fernando III el Santo. Dicho Fuero es una adaptación del llamado Fuero de Cuenca, al que también pertenecen otros fueros otorgados a otras villas del reino de Jaén, como es el caso de Baeza, Sabiote o Andújar.
Ordenamiento jurídico
Consta de 885 leyes o artículos donde se van regulando todos los aspectos de la vida cotidiana de una villa del siglo XIII. Contiene, además, sus privilegios y exenciones. Aunque durante siglos se pensó en Iznatoraf que este documento era el original otorgado por Fernando III, también conocido por San Fernando, estudios paleográficos lo sitúan como una copia posterior, probablemente de finales del siglo XIV o comienzos del XV; además, el documento carece de autentificación válida. No obstante, cuando pasó porla villa el obispo Andrés Cabrejas (1738-1746) y se lo presentaron como documento firmado por San Fernando, mandó venerar dicha firma, como indica una anotación en una hoja de tela añadida al mismo. El documento ha sido expuesto en el Archivo Histórico Provincial en diversas ocasiones, la primera, enuna exposición del año 1999 conmemorativa del décimo aniversario del traslado de la institución al antiguo Real Convento de Santa Catalina Mártir, donde actualmente se ubica. Asimismo, formó parte de una exposición organizada por la Consejería de Cultura en Sevilla, con motivo del Congreso Internacional de Archivos en el año 2000.
El Fuero de Iznatoraf forma parte del Archivo Histórico Provincial desde su nacimiento. En 1952, los primeros protocolos notariales se habían comenzado a concentrar en un viejo caserón de la calle Julio Ángel, junto ala Catedral de Jaén, por iniciativa del Instituto de Estudios Giennenses. En 1954 Melchor Lamana, archivero facultativo del Estado, llegó a la capital jiennense para hacerse cargo de esos protocolos junto al Archivo de la Delegación de Hacienda. Aquel momento se considera el nacimiento del Archivo Histórico Provincial de Jaén. Junto a los citados protocolos se encontraba el Fuero de Iznatoraf, que tras la Guerra Civil había sido llevado a Granada pero que, gracias a la gestión del cronista de entonces, Luis González, fue trasladado a la capital para formar parte del fondo inicial de la nueva institución cultural jiennense. Dicho traslado se materializó mediante orden ministerial de 16 de marzo de 1954 del ministro de Educación Nacional, Joaquín Ruiz Jiménez, que disponía dicho depósito en el Archivo, con la aceptación por parte del Ayuntamiento de Iznatoraf. Llegado a Jaén, no se incorporó directamente, sino que permaneció un tiempo en la sede del Instituto de Estudios Gienneses, por motivos de seguridad, por considerar el archivero que las instalaciones del centro no reunían las condiciones apropiadas. Por fin, el 8 de abril de 1960, Melchor Lamana lo inscribía en el registro topográfico del archivo.