Volverá a cocer piezas únicas gracias a un proyecto en el que también participan la Fundación Factum Arte, la Fundación Huerta de San Antonio y el artista Rachid Koraïchi
Fotografía de portada: Melchor Tito (hijo) junto al artista argelino Rachid Koraïchi.
Será un auténtico acontecimiento. Tras quince años dormido, el mítico horno árabe de la Alfarería Melchor Tito de Úbeda despertará para obrar el milagro del calor y el fuego en el proceso de elaboración de la cerámica tradicional ubetense. Sus responsables lo encenderán de nuevo para cocer, como siempre ha sido, el resultado de muchos meses de trabajo, que han dado lugar a miles de piezas, incluyendo algunas muy especiales.
Ocurrirá el próximo viernes 29 de septiembre, día de San Miguel, patrón de Úbeda. Una jornada muy especial para la localidad que Melchor Tito padre y Melchor Tito hijo, junto a la Fundación Factum Arte, han elegido por el carácter festivo que conlleva y también por coincidir con la luna llena. De esta forma se unirán muchos sentimientos y muchos momentos, casi mágicos, a la luz de un horno cuyo calor cocerá cada pieza y dará brillo a sus vidriados gracias a la experiencia y buen hacer de los maestros alfareros.
Así ha ocurrido desde hace cientos de años, más recientemente por obra y gracia de la combustión del orujo (hueso de aceituna machacado), que es añadido poco a poco y durante horas en la parte inferior del horno (llamada poza, cárcavo o caldera) hasta que cada centímetro de la cámara superior, donde están las piezas, alcanza la temperatura adecuada, superior a los mil grados centígrados. Hay que hacerlo lenta y progresivamente para evitar que una subida brusca dañe irremediablemente el barro. El resultado son creaciones únicas, irrepetibles, marcadas por las manos y las maneras de hacer de los alfareros, pero también por el proceso que tiene lugar dentro del horno.
Todo ello conlleva un apasionante relato de dedicación, esfuerzo y tiempo, pues hay que reunir cientos de piezas, moldeadas, enasadas, raídas, caladas, bañadas y decoradas, para llenar el horno, y luego jugarse el resultado de muchos meses de trabajo en una sola noche, la de la cocción. Para ello, Melchor Tito padre atesora el conocimiento de décadas de oficio y decenas de cocciones de este horno, donde se han fraguado varias generaciones de alfareros. Un aprendizaje obtenido en este mismo alfar y que sigue transmitiendo día a día a Melchor Tito hijo.
Ambos están muy ilusionados con el hecho de repetir la experiencia quince años después de la última vez, lo cual significa poner en valor, recuperar y utilizar un elemento fundamental de la alfarería de Úbeda, como es el horno árabe. Pero es que, además, para la ocasión se han elaborado piezas singulares, las que se hacían hace dos o tres siglos, trabajándolas como siempre se ha hecho, con las mismas técnicas.
Se trata de un proyecto de largo alcance y de carácter internacional llevado a cabo de la mano de la Fundación Factum Arte y la Fundación Huerta de San Antonio. Y es que, lleva aparejadas otras iniciativas de futuro que se irán concretando con posterioridad para que lo iniciado siga activo con nuevos proyectos. Asimismo, todo se está documentando para que permanezca en el tiempo.
Colaboración
La iniciativa surgió cuando el ubetense Nicolás Berlanga, de la Fundación Huerta de San Antonio, convocó a Adam Lowe, responsable de Factum Arte, a una visita a Úbeda al objeto de darle a conocer su riqueza artística y artesanal, buscando establecer líneas de colaboración. La tradición alfarera del municipio fue lo que más interesó en este encuentro, contemplando entonces la posibilidad de volver a encender el horno árabe de Alfarería Melchor Tito. Para ello se ha contado igualmente con la intermediación del también ubetense Marcelino Sánchez, quien sirve de nexo de unión entre todos y aporta sus conocimientos sobre patrimonio.
Lo tradicional y lo contemporáneo
Más de un año se lleva planificando la cita y elaborando piezas que vinculan lo tradicional y lo contemporáneo. Y es que, además, en el proyecto participa el cualificado artista Rachid Koraïchi, nacido en Argelia aunque actualmente vive y trabaja entre Francia y Túnez. Junto a Melchor Tito y durante varias estancias en la alfarería ha elaborado algunas piezas de gran formato que también tomarán su aspecto definitivo en este horno.
El día de la cocción será una gran fiesta, de mucho trabajo pero también de muchos recuerdos, profesionales y familiares, de muchas sensaciones y sentimientos a flor de piel. Un hecho para vivir y revivir. Y todo el que lo desee será bienvenido.