Esperanza Fitz, presidenta de la Asociación de Empresarias de Medio Ambiente, asegura que el cambio climático es la mochila que soportan las mujeres

Esperanza Fitz es la presidenta de Ansemac, la Asociación de Mujeres Empresarias del sector Medioambiental de Andalucía. Lleva más de tres décadas al frente de su empresa dedicada a temas agrícolas y medioambientales. Y es también una luchadora por la igualdad de la mujer.

Voy a hablar de la relación de la mujer y el medio ambiente.  “El objetivo de la igualdad dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) no se va a cumplir nunca. Había un reto para 2030 pero ahora se ha prolongado hasta 2050. La igualdad de género no se va a cumplir”, señala, sin ambages, esta emprendedora.

Ansemac ha presentado alegaciones a distintas legislaciones que tienen que ver con la igualdad. Es el caso de la ley de economía circular, o la valoración positiva que le merece el hecho de que la nueva Política Agraria Común (PAC) sea la primera que llegue con perspectiva de género.

Más pesimista se muestra Fitz en cuanto al reto del cambio climático. “El cambio climático es la mochila que hemos llevado las mujeres desde siempre. Cualquier desastre o problema medioambiental o ecológico siempre tiene a las mujeres como las grandes perjudicadas. También son las que sufren en mayor medida las migraciones a otros territorios, nadie deja su tierra porque quiera, lo hace por necesidad”, subraya la presidenta de Ansemac.

A su juicio, la mujer está en el epicentro de la lucha contra el cambio climático. “La mujer es la tractora de todos los cambios que se pueden producir en el sistema medioambiental”, indica.

Esperanza Fitz considera que el futuro pasa por la formación. “Da igual que sea formación universitaria o no reglada, pero hay que estar preparados”, dice, después de elogiar la preparación que demuestra la nueva generación de jóvenes, que está provocando la introducción en la agricultura de mucha tecnología que contribuye a hacer más eficiente al sector.