Javier Guerrero crea ‘Vida Trashumante’, un proyecto que fusiona la ganadería, el aceite de oliva (con un envase con lana de sus ovejas) y el ecoturismo
(Reportaje publicado en la Agencia Efe el 1 de diciembre)
‘Vida Trashumante’ es el nombre del proyecto de Javier Guerrero, un pastor trashumante de 26 años de Pontones, donde funde la tradición familiar con la innovación y la sostenibilidad. Guerrero es ganadero y también hijo y nieto de pastores trashumantes de la Sierra de Segura, pero ahora ha querido ir un poco más allá con la creación de una línea de aceite de oliva y también con un producto turístico que permite realizar alguna de las rutas de la trashumancia.
“Es un proyecto que busca honrar nuestras raíces y a mis ancestros, pero al mismo tiempo innovar y adaptarme a los nuevos tiempos”, ha indicado a EFE este joven emprendedor jiennense, que ha ideado esta iniciativa con el apoyo de la diseñadora gráfica y fotógrafa Delma.
Javier Guerrero gestiona su propia ganadería con 470 ovejas de la raza segureña, que explota de forma conjunta con otras 800 de la ganadería familiar. Pero este año ha decidido ir un paso más adelante con el lanzamiento del Aceite de Oliva Trashumante, que extrae de sus olivos arrendados en el parque de Sierra Cardeña y Montoro, en Córdoba, el mismo lugar donde sus ovejas van a permanecer durante los meses invernales.
Estas botellas de aceite de oliva se presentan en un singular envase decorado con la lana de las ovejas gracias a la complicidad que ha encontrado en los artesanos Ana y Francis Tejedores, ganadores del Premio Nacional de Artesanía por su actividad de recuperación de la lana. Javier Guerrero sostiene que este aceite “representa el fruto del baile ancestral entre los olivos y las ovejas trashumantes, que se convierten en parte del ciclo de vida del olivo”.
“Cada gota lleva consigo la esencia de este cuidado entre el olivar y las ovejas. Es el resultado tangible de un ciclo de vida armonioso, un homenaje a la interacción respetuosa entre el olivar y las ovejas trashumantes”, apunta el joven pastor.
La tercera pata del negocio de Javier Guerrero es el producto turístico ‘Viaje a la trashumancia’, que propone experiencias de ecoturismo para realizar alguna de las etapas que los ganaderos emplean en trasladar sus rebaños desde la Segura hasta los pastos y dehesas de Sierra Morena.
Esta propuesta turística la hace en colaboración con otra emprendedora paisana suya, Yolanda Vizcaíno, una enfermera que dejó su trabajo en un hospital de Bruselas para regresar a su tierra en Pontones y crear la empresa de servicios turísticos ‘Aventura Hernán Pelea’.
Guerrero asegura que fue tras un viaje realizado a Tanzania hace dos años cuando le cambió su visión de la vida. “Me cambió por completo la mentalidad y empecé a valorar mucho más lo que tenía y lo que estaba haciendo”, resume el pastor andaluz. Guerrero permanecerá los próximos seis meses junto a su ganado en los pastos de Sierra Morena hasta que, ya en primavera, iniciará el retorno a la Sierra de Segura para completar el viaje de ida y vuelta que marca el rito de la trashumancia, una práctica en peligro de extinción y que Guerrero quiere perpetuar y adaptar a los nuevos tiempos.