Un documental glosa la figura y la obra de Juan Martínez, pintor navero y artista jiennense más internacional
FOTOGRAFÍA DE PORTADA: Juan Martínez, junto al alcalde y otros vecinos de Navas de San Juan, en el Museo Ibero de Jaén.
“Nunca me he separado de mis raíces, aunque mi patria verdadera es mi cuerpo, donde está mi cuerpo está mi patria”, señaló, sin ambages, Juan Martínez, quizá el pintor jiennense más internacional, durante el homenaje recibido este martes en el Museo Ibero de la mano de la Universidad de Jaén. Un acto que incluyó la proyección del documental ‘Juan L’Intranquille’, que Frédéric Gonseth y Catherine Azad realizaron sobre su trayectoria y su obra, en buena medida rodado en Navas de San Juan, donde nació el artista en 1942.
“La pintura de Juan Martínez alcanza la inmortalidad”, llegó a decir el catedrático Pedro Galera ante la mirada de sorpresa del pintor navero, afincado desde hace años en Senarclens, un pequeño pueblo cerca de Lausana (Suiza). Siendo muy joven, Juan Martínez emprendió el éxodo rural al emigrar su familia a Barcelona y, desde ahí, rumbo a Suiza. Se formó en las escuelas de arquitectura de Barcelona y Lausanne. Pero el pintor jiennense nunca se ha despegado de su tierra porque, como apuntó Galera, “necesita retroalimentarse del lugar del que salió”.
A Juan Martínez es imposible adscribirlo una sola corriente artística, aunque la crítica lo considera como exponente de un nuevo expresionismo sombrío a través de sus famosos rostros. “Su obra tiene mucho pensamiento, sus cuadros siempre provocan una reflexión”, dijo de él Pedro Galera, y más tarde señaló que Martínez persiste en la “búsqueda de la identidad propia y de la naturaleza humana”
“Hay que tener la lucidez de ser impertinente”, indicó Juan Martínez en una entrevista en EL PAÍS. De alguna manera, ése ha sido el hilo conductor que ha inspirado la obra de un artista que siempre ha ido contracorriente de la oficialidad establecida. Su pintura dramática e hiriente, rebosante de un humanismo lacerado, ha triunfado en las bienales de París, Sao Paulo o Venecia. El artista jiennense tiene cuadros colgados en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, el de Budapest (Hungría), el de Pittsburg (Estados Unidos) o el neoyorquino Guggenheim.
“Más bien lo que intento plasmar es la indiferencia de la gente, indiferencia incluso con ellos mismos, el hecho de no querer ver y aprovechar la vida. No intento entrar en ninguna corriente establecida. (…) A mí me interesa, sobre todo, lo social. (…) Y en mis rostros intento reflejar las personas que, estando presentes físicamente, no lo están moral ni éticamente, algo que es mucho más grave que la ausencia real”, fueron las reflexiones que Juan Martínez compartió en la entrevista de EL PAÍS.
Precisamente, uno de los últimos trabajos de Juan Martínez fue la muestra Ágora de los mil rostros, que expuso en el Rectorado de la Universidad de Málaga en 2020, en plena pandemia. En esa muestra mostraba su visión “de la humanidad, de la plaza pública, de la política, del arte y de la historia” en un millar de retratos que pintó sobre las páginas de EL PAÍS, el periódico que siempre ha leído en Suiza.
Hasta el Museo Ibero de Jaén llegaron muchos paisanos de Juan Martínez, muchos de ellos coetáneos del pintor, para ser testigos del documental de su vecino más reputado. A la cabeza de la delegación navera estaba su alcalde, Joaquín Requena, que va a llevar al pleno del Ayuntamiento el nombramiento de Juan Martínez como hijo predilecto de Navas de San Juan.
“Quiero mucho a mi tierra, pero siempre he pensado que no podemos ser de otra forma porque el paisaje del olivar es muy serio, un poco triste incluso. Los olivos no sonríen si no les provoca un viento muy fuerte. Eso influye en nuestro carácter conservador”, apuntó Martínez en una entrevista. Unos olivos que son protagonistas también del documental ‘Juan L`Intranquille.
No ha sido el primer homenaje que le rinde la Universidad de Jaén. Con ocasión del 10º aniversario de la fundación de esta institución académica, se editó un libro que recopila los mejores halagos de los mejores amigos del pintor jiennense, como Carlos Fuentes, Octavio Paz, María Zambrano o Francisco Calvo Serraller.