Poema «El olivo», de María Dolores Almeyda, del I Concurso Internacional de Poesía Rural de la Fundación Savia y la Finca Bonilla
Fotografía de portada: Paisaje del Olivar en el valle de Otíñar, en Jaén.
En el Día Mundial del Olivo, que se celebra este 26 de noviembre, recuperamos el poema «El olivo», de María Dolores Almeyda, incluido en el libro editado con motivo del I Concurso Internacional de Poesía Rural de la Fundación Savia y la Finca Bonilla de Torres de Albanchez.
EL OLIVO
Planea la vida en un pájaro niño buscando un surtidor
donde posarse. Quiere nacer allí, donde no encuentra
el nido
donde todo es la búsqueda de aquello que imagina.
Fluye la sangre cierta, y fluye herida, a punto de vivir
hasta agotarse.
Pero la vida se yergue enardecida por las dóciles ramas
del olivo,
y con los únicos testigos del silencio y la luna
asiste a su parto de vida enamorada y prometida.
Ante un milagro cierto de inocencia elude la mirada de
la noche
y acuna entre sus ramas al gorrión perdido y le canta
una nana
Nada tiene sentido si el vacío te encierra entre
algodones
cuando se rompe el toldo de la niebla.
Y al borde del camino, igual que un peregrino ansía su descanso,
espera el pajarillo entre la sangre virgen del olivo amante,
el momento de volar hacia la primavera.
Y seremos transeúntes por la misma vereda,
infatigables,
y levantaremos los dos el mismo vuelo,
beso y rama entregados a la misma consigna, adictos a
la vida.
Que antes que uno muera, tendría que morir la poesía.
MARÍA DOLORES ALMEYDA