El municipio bañusco es uno de los dos de Jaén incluido en el selecto club de los Pueblos Más Bonitos de España

Pocos municipios pueden presumir de la capacidad de seducir al viajero que tiene Baños de la Encina, uno de los últimos en ingresar en el selecto club de los Pueblos Más Bonitos de España, el segundo de la provincia de Jaén junto con Segura de la Sierra. Esta distinción le ha dado un espaldarazo de tal magnitud que esta población jiennense, ubicada en las estribaciones de la Sierra Morena jiennense y dentro del parque natural de la Sierra de Andújar, vive una edad de oro del turismo como lo revela el hecho de que en el último año se haya triplicado el número de visitantes.

Baños de la Encina es un pueblo que irradia un encanto especial desde que la imponente silueta de su castillo empieza a deslumbrar en lontananza. Un lugar mágico, con tradición, con una historia milenaria y un rico patrimonio artístico que ha sabido conservar durante siglos. Desde la imponente fortaleza almohade de Bury al Hammamhasta su iglesia de origen gótico, desde la exuberancia barroca del camarín de Jesús del Llano hasta la austeridad blasonada del Concejo o desde el señorío de sus palacios hasta su molino del siglo XVIII, el pueblo conserva su identidad monumental que evoca su importancia histórica. El centro urbano de Baños de la Encina fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1969 y desde el año pasado es también Municipio Turístico de Andalucía.

9.00. Senderismo en Peñalosa

Iniciamos el camino hacia el yacimiento de Peñalosa, un viaje en el tiempo de 4.000 años atrás. Se trata de un sendero de apenas tres kilómetros, donde abundan los eucaliptos, que transcurre paralelo a la vereda de las aguas del embalse del Rumblar. La primera parada la hacemos en el área recreativa de los Charcones, que alberga uno de los pozos y pilas del antiguo descansadero de ganado. Si el nivel de agua del pantano lo permite se podrá divisar la estructura de la Fuente Cayetana, de origen romano y asociada al tramo de la calzada romana que partía desde el cercano yacimiento ibero romano de Cástulo, en Linares.

Peñalosa es el poblado minero de la Edad del Bronce que mejor se conserva del sur peninsular. Pertenece a la cultura del Argar, que se extendiódurante 4000 años por las provincias más orientales y del este de la península.Sobre los acantilados de pizarra, su  majestuoso cerro y sus laderas se construyeron las casas sobre un terreno  a modo de escalones que se comunican entre sí por calles estrechas y pasillos. Los habitantes de este poblado explotaron las riquezas mineras del valle, desde la extracción, reducción y fundición del metal a la fabricación de útiles y lingotes.

Otra  alternativa que se nos ofrece en este paraje natural es la posibilidad de hacer una ruta en kayak por el pantano del Rumblar, donde es posible el baño en la playa del Tamujoso, formada con piedras de pizarra.

12.00 Callejear por el casco urbano

Antes del almuerzo nos sumergimos por las intrincadas y empedradas calles del casco histórico de Baños de la Encina, que por algo forma parte del club de los Pueblos Más Bonitos de España. En torno a la Plaza Mayor del siglo XV encontramos la mayor concentración de edificios monumentales, desde la casa consistorial, casonas de labor o palacios como el de los Molina de la Cerda, ya en el esplendor de los siglos XVII y XVIII. En la iglesia de San Mateo sobresale su torre-campanario de cuerpo gótico, su portada principal renacentista y su soberbio retablo mayor con su sagrario, joya del arte sacro de la provincia.

14.00 Carne de monte en la mesa

Como no podía ser de otra manera encontrándonos en la puerta de Sierra Morena, la carne de monte es el principal reclamo de la gastronomía bañusca. Venado, jabalí, jamón seco de venado, ensalada de perdiz, liebre sofrita en salsilla bordonera, calandrajos con liebre o perdiz en escabeche con algunos de los platos que podemos degustar en cualquiera de la aún incipiente oferta local de restauración. Otros platos autóctonos son el cucharro, un moño de pan relleno de aceite, tomate y ajo(el cucharro no lleva ajo) para acompañar con bacalao, sardina, arenque o tocino y aceitunas machacás, o las migas serranas, que aquí se hacen acompañar de torreznos y chorizos. En la tienda Saborea Jaén podemos adquirir los productos típicos de la provincia, desde el aceite de oliva virgen extra (AOVE) a la mejor repostería tradicional, aceite de oliva, chocolate, miel, vino o embutidos de monte.

16.00 Esplendor del barroco

La Ermita del Cristo del Llano, en la zona más llana del pueblo, es  una sobria edificación de una sola nave y campanario en espadaña, del siglo XVII. La sencillez  del exterior contrasta con un interior lleno de luz. Los  elementos geométricos que llenan sus paredes, con frescos del Nuevo Testamento, la vida de la Virgen María, los apóstoles, la bóveda con elementos de la Pasión, o los murales barrocos pintados en los laterales del coro alto,simbolizan un alma en pena y, también, un alma en gracia.

Pero la máxima expresión de este templo es su camarín, culmen del barroco andaluz del siglo XVII. Pájaros exóticos, guirnaldas, angelotes, querubines, hornacinas, pero sobre todo espejos, que se van sucediendo en altura desde la planta poligonal hasta una impresionante bóveda y cúpula mocárabe.En el camarín se utilizó el estuco y el estípite.

17.00  Majestuoso castillo de Burgalimar

La majestuosa silueta del castillo deBurgalimar (ES BURY AL HAMMA, no Burgalimar)también denominado de Bury al-Hamma), Monumento Nacional desde 1931, domina el paisaje de Baños de la Encina, flanqueado por una robusta muralla de tabiyya (arcilla, arena, cal y canto rodado) con 15 torres cuadradas que dan forma a este coloso de traza ovalada erigido en el enriscado cerro del Cueto.La fortaleza apenas ha sufrido daños, de ahí que esté considerado el conjunto fortificado mejor preservado de la época almohade. En su interior recios muros iberos y un mausoleo funerario de carácter sacro dan paso a una compleja urbanística almohade (s. XII), además de una doble arca de agua o aljibe.

Las excavaciones realizadas permitieron constatar la presencia musulmana desde periodo emiral, siendo el castillo, junto con otros cercanos, rígido control de los pasos de Sierra Morena y la depresión del Guadiel durante el siglo XII.Pasó a ser definitivamente castellano tras la toma en 1225 por Fernando III, añadiéndose el alcazarejo, envolviendo y elevando mediante piedra una de las torres árabes, dando lugar a la Torre del Homenaje. El castillo es conocido como el de los ‘Siete Reyes’, porque en el estuvieron al menos Alfonso VII, Alfonso VIII, Alfonso IX, Pedro II, Sancho VII, Fernando III y Fernando el Católico.

19.00 El Molino de Viento

También en la parte alta del pueblo nos sorprende el Molino de Viento, del siglo XVIII y de estilo manchego. Su torre está dividida en tres tramos: la cuadra, la camareta y la sala donde se molía el cereal. En su interior se puede visitar la exposición ‘Historias del viento’, con la historia de los molinos y cómo se han venido trabajando los cereales desde el Neolítico hasta la actualidad.

20.00 El Centenillo y la Sierra de Andújar

El atardecer es el mejor momento para empaparse de naturaleza en la Sierra Morena bañusca. Una de las opciones es un paseo en todoterreno disfrutando de la fauna del parque natural de la Sierra de Andújar, al que pertenece Baños de la Encina.  Ciervos (muy aconsejable la visita en la época de la berrea, al inicio del otoño), gamos, muflones, jabalíes, rapaces o linces (es el principal reducto del lince ibérico junto a Doñana) se abren paso en este sendero que nos regala la mejor muestra del bosque mediterráneo del sur. Esta ruta entre jaras, tomillos y romeros nos puede llevar también hasta la pedanía de El Centenillo, un antiguo poblado minero cuyos orígenes se remontan al año 1865, cuando un grupo de empresarios ingleses llegó a este lugar para extraer los filones de galena argentífera. Su trazado se organiza en viviendas en hilera adosadas y de una planta,siguiendo el patrón de construcción civil anglosajona de la época. Un paisaje cultural de gran belleza paisajística surgido en mitad de un paraíso natural labrado por la historia de sus gentes.