La entidad, con medio centenar de patronos, desarrolla varios proyectos para revertir la despoblación y frenar el calentamiento global

La Fundación Savia es una entidad sin ánimo de lucro de ámbito estatal, que tiene como objetivo, poner en valor lo rural. Desde 2014, sus 46 patronos y su red de colaboradores están participando y poniendo en marcha diversas iniciativas para poner en relevancia la necesidad de un mundo rural vivo. “En un momento en que la población mundial y española sigue yendo a vivir a las ciudades y la costa, es imprescindible seguir manteniendo la población en los pequeños pueblos de interior, mantener la actividad agrícola y ganadera tradicional, la cultura, el patrimonio y la biodiversidad”, asegura Francisco Casero, presidente de la Fundación Savia.

La Fundación Savia, desarrolla y colabora en proyectos para revertir el despoblamiento rural, frenar el calentamiento global, puesta en valor de la ganadería extensiva y la trashumancia, la política forestal en general y la dehesa en particular. Tiene su sede en Sevilla, aunque sus actividades se desarrollan en cualquier provincia española, con especial incidencia en el territorio andaluz. En Jaén ya han llevado varias acciones vinculadas con la ganadería extensiva o la producción ecológica del aceite de oliva.

La Fundación forma parte de la Unión Internacional de la Naturaleza, de la Mesa Social del Agua, de Fedehesa y de Aliente. Está impulsando la creación del defensor de las generaciones futuras. Promueve la iniciativa de plantar un árbol por cada nacimiento. Y también pertenece al comité promotor de la declaración del Paisaje del Olivar Andaluz como Patrimonio de la Humanidad. “Acciones y propuestas dirigidas a poner en valor lo rural, en dignificar la vida de las mujeres y hombres de los pueblos, conservar nuestro patrimonio natural, para cimentar un mejor futuro para todos”, asegura Casero.

Arriba, el presidente de la Fundación Savia, Paco Casero, acompañando a un rebaño en una trashumancia en Andalucía; en el medio, una reunión del patronato de la Fundación Savia.

La fundación Savia (https://www.fundacionsavia.org/) organiza jornadas, encuentros, debates, hace propuestas a las administraciones públicas, participa en desarrollos normativos, “siempre con la intención de buscar que, todas aquellas mujeres y hombres que, libremente decidan vivir y trabajar en el medio rural, puedan hacerlo de manera digna”, subraya Francisco Casero. Y añade: “Las actividades siempre las realizamos en pueblos pequeños, tenemos una clara apuesta por los sistemas de producción tradicionales y familiares, la producción y consumo de proximidad y estacionales, apostando de manera clara por el modelo de producción ecológico”.

La ganadería extensiva, la trashumancia, la dehesa, la mujer rural, la sostenibilidad son áreas claras de trabajo y transversales en los que trabaja la Fundación, que pone el énfasis también en la  simplificación administrativa, la distribución equilibrada de riqueza en la cadena de valor, así como en evitar el despoblamiento de los territorios más pequeños.

Cada día, en todos los foros en los que participan, los miembros de la Fundación Savia repiten un mensaje: Las ciudades son demandantes netas de recursos: no producen aire, agua, energía, alimentos. Todo ello viene del mundo rural, pero ¿lo estamos reconociendo y compensando adecuadamente? “Algún día, necesitamos un fontanero, un abogado, un electricista, un mecánico. Pero no olvidemos, que, cada día, tres veces al día, necesitamos a las mujeres y hombres del campo que nos proporcionan los alimentos básicos para nuestra subsistencia”, reflexiona Francisco Casero.

La Fundación Savia basa su compromiso en la defensa de valores en el entorno rural, promoviendo y cooperando en el desarrollo social, económico, patrimonial, paisajístico y cultural, y mejorando la calidad de las personas que viven en él, así como propiciando el progreso y la defensa del sector ecológico. Se persigue, igualmente, el mantenimiento de una agricultura y ganadería sostenible con la conservación del medio ambiente, coadyuvando a mantener el territorio, la biodiversidad, la autosuficiencia y la permanencia, para evitar así el despoblamiento de las zonas rurales; contribuyendo asimismo a un crecimiento inteligente que supere el desequilibrio demográfico y las deficiencias de infraestructuras y servicios, al reforzar la identidad cultural, la interconexión del conocimiento y la sabiduría, y la autoestima de la sociedad rural.

El presidente de la Fundación, Francisco Casero, ha dedicado toda su vida a defender a la gente humilde, el patrimonio natural y la autoestima de las personas ligadas a la tierra donde viven y se desarrollan. Defensor de diferentes causas tanto a nivel español como de ámbito internacional relacionadas con el Medio Ambiente o los derechos humanos. Fue presidente de la Asociación Valor Ecológico-CAAE (Ecovalia), Fundador del Sindicato de Obreros del Campo, creador de la Confederación Ecológica Pacifista Andaluza, responsable de la Comisión Agroforestal, miembro del Consejo Forestal Andaluz, miembro fundador de la Asociación empresarial “Andalucía Sostenible”, creador de la “Mesa Estatal de Agricultura y Ganadería Ecológica”, Consejero de Honor de la Cooperativa COATO de Murcia e Hijo Predilecto de Almonte.

Sobre estas líneas, Paco Casero en una actividad de divulgación agraria y medioambiental con un menor.