Unas galerías de enorme longitud emergen en unas obras de esta villa con legado árabe en medio de una gran expectación vecinal
“Hay veces que las leyendas pasan a ser realidad”. Así, con esta frase tan sugerente, ha informado el Ayuntamiento de Iznatoraf en las redes sociales del hallazgo de lo que podría ser un impresionante hito arqueológico para este pequeño municipio de la comarca de Las Villas. En unas obras municipales de la calle Baja (dentro del Conjunto Histórico) se ha localizado la boca y los primeros tramos de una impresionante galería o cavidad que, a falta de confirmación por parte de los arqueólogos, podría contar con una longitud de decenas de metros hasta rodear todo el conjunto histórico de esta villa cuyo entramado urbano conjuga a la perfección un singular legado árabe con un rico patrimonio renacentista e interesantes muestras del gótico, el barroco y el modernismo. Unas galerías que vendrían a constatar que buena parte del término municipal estaría hueco. El casco antiguo de Iznatoraf fue declarado Conjunto Histórico el 15 de mayo de 2012, además de ser Bien de Interés Cultural (BIC).
Este impresionante hallazgo arqueológico (descubierto por los operarios que trabajaban en la zona) ha generado un gran revuelo y expectación entre los torafeños. Al mismo tiempo se ha dado paso al imaginario vecinal al relacionar estas galerías con antiguas leyendas del acervo popular, como la de la cueva de la abuela de los higos, o la del tesoro del rey moro. Sea como fuere, el alcalde de Iznatoraf, Pascual Manjón, no ha querido avanzar más pormenores de este hallazgo y ha señalado que “serán los expertos quienes dictaminen cuál era su uso y, sobre todo, cuál va a ser su futuro”.
De momento, todas las hipótesis están abiertas. El alcalde de Iznatoraf, que es Licenciado en Historia del Arte, ha señalado que se baraja la posibilidad de que estemos ante unas enormes galerías para la circulación del agua (que podría estar conectado con el antiguo pilar del Terrero, debajo de la muralla de las Torres), sin descartar también que se trate de unos pasadizos, desconociéndose aún si se trata de una construcción de época musulmana, cristiana o incluso romana. Las galerías, en excelente estado de conservación, presentan varias bocas. En todo caso, el Consistorio torafeño ha procedido a tapar de nuevo la boca de la galería descubierta y ha puesto en conocimiento este hallazgo de la Delegación provincial de Cultura de la Junta de Andalucía, que será quien realice las primeras indagaciones.
Un descubrimiento que, de confirmarse, se convertiría también en un reclamo turístico de primer orden para esta localidad del parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas. No hay que olvidar que este verano también se ha puesto en valor, después de un largo de proceso de rehabilitación, la denominada Torre del Castillo o Casa del rey Alimenón, convertida en la sede del Museo de Fuero de Iznatoraf. Se trata de un inmueble declarado Bien de Interés Cultural en 1949, en el que durante 70 años no se habían llevado a cabo las acciones de mantenimiento necesarias al estar en manos privadas.
En estas obras de rehabilitación se ha actuado en dos edificaciones anexas que formaban parte de una vivienda unifamiliar, formada por una torre de planta cuadrada de origen árabe y una pequeña edificación anexada en la cara sur de la torre, de planta rectangular. La torre del siglo XIII, situada en la zona sur de la villa, forma parte del castillo defensivo, del cual aún se conservan dos torreones de planta relativamente cuadrada, de unos 8 metros de lado, que subsisten de la antigua fortaleza medieval, construidos en fábrica exterior de sillarejo, con algunas zonas menores de mampostería irregular,resultando muros de gran espesor y con forjados de madera, con viguería de sección circular (rollizos) y entrevigado de revoltones (bovedillas entre viga y viga del techo). Este castillo estuvo custodiado por caballeros calatravos desde mediados del siglo XV.
Cuenta la leyenda que Alimenón, rey de Iznatoraf, informando de que su mujer se instruía en la ley de los cristianos, mando que le cortasen las manos u le sacasen los ojos en un monte a media legua de Iznatoraf. Ella invocó a Santa María y metió sus brazos en un arroyo cercano, lavo sus brazos y las cavidades de los ojos y con esto halló restituidos sus brazos y sus ojos. El rey Alimenón se convirtió y construyó en ese lugar su castillo-palacio en honor a la virgen de los cristianos.
Lo más destacado de esta casa es que conserva un canalón y un aljibe de época musulmana. Se construyó junto a las Murallas de Iznatoraf en la zona sur allá por el siglo XV, quizás sobre una estructura defensiva islámica previa. Forma un adarve en la Calle del Castillo, conservando un curioso canalón árabe a base de atanores. También cuenta con un gran aljibe en su interior. Se trata, en definitiva, de uno de los dos torreones que aún subsisten de la antigua fortaleza medieval.
Junto a él se encontraban las mazmorras de este castillo, que fue custodiado por más de cuarenta caballeros calatravos. Es a partir del siglo XI cuando los árabes amurallan el primitivo castillo de al-Turab, edificado sobre recintos fortificados anteriores. Y entre los siglos XIII y XIV se erigirá en el centro de la villa un amplio y suntuoso recinto.