El festival de Priego de Córdoba ha cerrado con enorme éxito su séptima edición
MANUEL MOLINA
El jazz, un género musical vibrante y lleno de improvisación, ha encontrado en la ciudad andaluza de Priego de Córdoba un escenario ideal para manifestarse en todo su esplendor. El Festival Jazzándaluz se ha convertido una celebración anual que ha atraído a los amantes del jazz de variada procedencia, brindándoles una experiencia única y auténtica desde su nacimiento y hasta su séptima edición durante los días del 2 al 5 de agosto de 2023.
El Festival Jazzándaluz tuvo sus humildes comienzos en el año 2017, cuando un grupo de tres entusiastas músicos locales decidieron organizar un festival de jazz, Antonio del Caño era contrabajo, Rafa Redondo, pianista y Alberto Serrano, batería. Su ideario fue crear un evento que destacara la riqueza y diversidad del jazz andaluz. Con el apoyo del Ayuntamiento de Priego de Córdoba y otros patrocinadores, el festival vio la luz en un recinto que incitaba a disfrutar este tipo de música, como la Huerta de las Infantas, un vergel público. Después de dos ediciones se apostó por crear una asociación local, Jazz PC, presidida por Jorge Carbó, con la idea que los aficionados a la música de este tipo se unieran al proyecto y fuera más allá, intentando elaborar una programación de actividades anual, como así se ha logrado: charlas, talleres, cine, clases de swing o conciertos.
Desde sus inicios, el Jazzándaluz ha destacado por su enfoque en promover y celebrar la fusión del jazz con las raíces andaluzas. La rica herencia musical de la región ha impregnado el jazz interpretado en el festival con singularidad, sin renunciar a otros artistas de ámbito nacional, pero siempre con el enfoque más cercano. Esto ha creado una experiencia única tanto para los músicos como para el público, que se sumerge en un ambiente mágico donde el jazz y la esencia de Andalucía se entrelazan a través de un tipo de música que en principio parece no relacionarse con sus raíces, y sin embargo, nuestra comunidad atesora muchos artistas y eventos de este género que empiezan a visibilizarse de forma notoria. De hecho uno de los padrinos y socio de honor de Jazz PC es el periodista y crítico Javier Domínguez, una de las más prestigiosas voces del jazz en Andalucía.
El Jazzándaluz ha servido como plataforma para numerosos músicos emergentes, brindándoles la oportunidad de compartir escenario con artistas consagrados y exponer su talento a una audiencia apasionada y receptiva. Los conciertos, talleres y clases magistrales han enriquecido la formación musical de muchos jóvenes, lo que ha contribuido al florecimiento de nuevos talentos del género jazzístico andaluz. A la par de las actuaciones principales se ha permitido en las “jam sessions” posteriores a los conciertos y en las específicas combinar músicos profesionales y jóvenes emergentes o estudiantes, que han compartido escenario con grandes estrellas.
El prestigio del Jazzándaluz ha ido en aumento a lo largo de los años, atrayendo a reconocidos músicos de jazz. Los invitados de renombre han dejado su huella en el festival como Chano Domínguez, Marco Mezquida, el trío Colina, Miralta, Sambeat o Antonio Serrano que han generado momentos memorables grabados en la historia de este evento musical. Además, la presencia de grandes artistas ha fortalecido la visibilidad del jazz andaluz en la escena global. Incluso yendo más allá, aunó artes y desde hace cuatro años se realiza una convocatoria y exposición paralela de Arte Correo (mail art) que alcanza unas cien obras participantes de numerosos países con el jazz como temática, comisariada entre otros, por el poeta visual asturiano José Luis Campal.
El Jazzándaluz no solo ha sido un evento musical importante, sino que también ha contribuido al atractivo turístico de Priego de Córdoba. Durante los días del festival, la ciudad se convierte en un lugar de encuentro para melómanos, turistas y lugareños, todos unidos por la música y la magia que envuelve cada rincón del lugar, con el colofón musical de cada día en un lugar de los más frescos en la calurosa Subbética cordobesa. A lo largo de estos siete años ha evolucionado de manera excepcional, logrando una combinación única de música, cultura y hospitalidad desde un pueblo pequeño. Este evento ha sido una pieza fundamental en el impulso del jazz andaluz y ha dejado una huella imborrable en la historia musical de la región y del país, donde ya es reconocido por asociaciones y festivales de jazz consolidados.