El artista segureño fusiona arte, gastronomía y poesía durante la IV Travesía por las Aldeas Perdidas

Emoción y sentimiento en la noche de Los Centenares. El artista Julio Ortega, natural de Hornos y Los Teatinos (Santiago-Pontones), desbordó de emoción la noche de Los Centenares, dentro de la “IV Travesía por las Aldeas Perdidas”, que se ha celebrado este pasado fin de semana. Con la navaja y el cuchillo, Julio supo fusionar: arte, gastronomía y poesía en un mismo plato.

Con un jamón ibérico de bellota, donado para la ocasión por Eduardo Donato, propietario de la empresa de jamones Ecológicos de Jabugo “Dehesa Maladúa” y participante de la III y IV Travesía, Julio reflexionó sobre las bondades del jamón ibérico, a través de una teatralización llamada: “Ejercicio simbiótico de corte de jamón”.

La Travesía por las Aldeas Perdidas, organizada por la empresa de Pontones “Aventura Hernán Pelea”, es un recorrido de dos días, con un grupo reducido de senderistas, que se adentran en el llamado “Valle de las Aldeas Perdidas”, para disfrutar de este paraíso natural y conocer la historia de los serranos que vivieron felices en sus aldeas, hasta que fueron expulsados para plantar pinos en sus casas y crear el Coto Nacional de Caza.

El grupo de senderistas pernocta en la aldea de Los Centenares y antes de dormir en la era bajo las estrellas, como lo hacían los serranos en las noches de verano, suelen realizar alguna dinámica o teatralización que ponga el broche de oro a la primera jornada de tan especial travesía.

No hay palabras para describir la emoción que Julio Ortega hizo sentir a los espectadores de tan singular escenificación.

Sobre estas líneas, participantes en la IV Travesía de las Aldeas Perdidas.