Paco Torres pregona el Carnaval carolinense con humor, música y, sobre todo, mucha pasión
Con música, cantando uno de los grandes éxitos, “A mi amigo Restituto” arrancó el pregón de Carnaval de La Carolina. Paco Torres ha sido capaz de levantar al público de sus asientos, de hacerle reír e, incluso, de hacerle cantar el estribillo –“yo te he votao, dame mi borrego”- en una disertación que ha mezclado música y palabras, humor y sentimiento y, sobre todo, un gran amor por el Carnaval.
La Carolina ya se encuentra inmersa en la celebración de una de sus fiestas más señeras, un Carnaval que ha regresado a la que siempre ha sido su casa: el recién inaugurado Teatro Carlos III. Y como la ocasión no era para menos, Paco Torres salió al escenario vestido de Carlos III. No podía ser de otra manera, pues, por un lado, es la imagen del cartel de este año y, por el otro, fue el fundador de las Nuevas Poblaciones.
Durante cincuenta y cinco minutos, Paco Torres dio lo mejor de sí mismo y fue recorriendo sus vivencias en el carnaval. Con chispa y mucho humor dejó claro cuáles o, mejor dicho, quiénes habían sido sus tres pilares como chirigotero: su madre, su familia y sus compañeros. “Para mí es todo un todo un honor pregonar nuestro Carnaval. Me corre por las venas y estoy muy orgulloso de ser el pregonero. Una de las cosas más bonitas del Carnaval es la sonrisa de la gente, y, precisamente, esa sonrisa es la que persigo durante el resto del año”, dijo antes de comenzar.
Y se notaba desde el primer momento que Paco Torres es una figura inherente al Carnaval carolinense. Lo acompañaron en el escenario sus compañeros de las diferentes agrupaciones “El Gorrión” y “Los tos palante” y juntos interpretaron seis canciones en total, cuatro cuplés y dos pasodobles. Aunque en las chirigotas lleva desde 1991 sus recuerdos, según dijo, datan de mucho antes: “Com 7 años me disfrazaban de mascarón y me llevaban a los salones de Pepe Luis. Después, mi tío, El chili, me llevaba a sus ensayos y les medía los tiempos para que no fuesen descalificados en sus concursos”. Así fue su niñez, pero, año tras año, se fue dando cuenta de que el Carnaval le corría por las venas: “Soy el cojo que corre la maratón”. Y es que, a pesar de sus problemas de garganta, canta, se disfraza cada año, se encarga de la publicidad y de llevar la fiesta a todos los rincones de La Carolina.
Ejemplo de esto fue lo sucedido durante el confinamiento. Cada tarde, a las 20:00 horas, salía al balcón disfrazado junto a su mujer. Grababan un vídeo y lo compartían.
Ha sido un pregón grande, maravilloso en opinión del público. Buena prueba de ello es la gran ovación que recibió al terminar. A partir de ahora solo queda seguir disfrutando de la fiesta, porque como aseguró Paco Torres: “Seguimos haciendo Carnaval”.