Siles acoge la jornada sobre la madera y su aprovechamiento para disminuir la huella de carbono y como oportunidad para la Sierra de Segura

El Ayuntamiento de Siles ha acogido una jornada que, bajo el título ‘La madera y su aprovechamiento para disminuir la huella de carbono: una oportunidad para la Sierra de Segura’, presentó a propietarios forestales y otros agentes sociales y económicos un proyecto de desarrollo sostenible para esta comarca, que abarca municipios de las provincias de Jaén y Granada.

En la jornada han participado Marián Núñez, presidenta de la Asociación de Propietarios Forestales de Andalucía Oriental (Foret Andalucía), con sede en Huéscar (Granada); Marta Conde, profesora de la Universidad de Córdoba y responsable del proyecto ReNaturaInzeb; y Antolino Gallego, coordinador del proyecto europeo LIFE Madera para el Futuro, que lidera la Escuela de Ingeniería de Edificación de la Universidad de Granada (UGR).

Marián Núñez recordó la larga tradición selvicultora de la comarca y lamentó que, en los últimos años, quizá por un conservacionismo mal enfocado, se haya ido abandonando una actividad que, lejos de depredar los bosques, ayuda a protegerlos de incendios y plagas, además de favorecer el desarrollo económico y frenar la despoblación. En ese sentido, animó a los propietarios forestales a sumarse a la asociación, con el fin de presentar una voz única ante las administraciones, en un momento clave en el que se están distribuyendo fondos y adjudicando los planes de desarrollo rural.

La presidenta de Foret destacó que, pese a la enorme riqueza forestal de Andalucía, los propietarios de esta comunidad apenas están representados en los órganos del sector, como ocurrió recientemente en el Congreso Forestal celebrado en Valladolid, y confió en que actos como el de la localidad jienense ayuden a revertir esta situación. “Es necesario buscar alianzas para poner en valor la riqueza forestal y afrontar desafíos como la economía circular, el reto demográfico y el cambio climático”, concluyó.

Marta Conde resaltó que las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas son una de las masas forestales más importantes de pino laricio en Europa, pero en las últimas décadas su aprovechamiento maderero se ha ido abandonando. La ingeniera de montes subrayó que esta especie aporta una madera muy resistente y de extraordinaria calidad que ha sido tradicionalmente empleada en la construcción; sin embargo, en esta comarca el aprovechamiento es disperso y pequeño, y se está destinando en gran medida a la fabricación de palés y pellets, productos de bajo valor añadido. En ese sentido, apuntó, sería fundamental la unión de propietarios, tanto públicos como privados, para garantizar un suministro estable y de calidad que favorezca el desarrollo de una industria local de madera estructural. “Hay que romper ese círculo vicioso de que, si no hay industria, no hay aprovechamiento, y si no hay aprovechamiento, no hay industria”, concluyó la profesora de la UCO.

Huella de carbono

El catedrático de la UGR Antolino Gallego explicó que, en el marco del proyecto LIFE Madera para el Futuro, se están desarrollando dos productos estructurales para la construcción con baja huella de carbono: vigas laminadas de chopo y pino, y otras que emplean ambos tipos de madera y además incorporan una losa de hormigón. “El pino laricio de la Sierra de Segura tiene unas propiedades mecánicas excepcionales. El aprovechamiento de esas grandes masas forestales en la industria puede incentivar el desarrollo económico de estas comarcas rurales de Jaén, Granada, Albacete y Murcia y frenar su despoblación”, explicó el profesor de la Escuela de Ingeniería de Edificación.

Recordó que, además de favorecer una construcción con baja huella de carbono, gracias a la capacidad de la madera empleada en la edificación para secuestrar carbono durante décadas o siglos, una adecuada gestión forestal reduce la combustibilidad de los montes y, por tanto, ayuda a prevenir la extensión de incendios devastadores como los que han asolado los bosques andaluces el verano pasado. “Los montes gestionados crecen con mas vigor y son capaces de acumular más carbono, generan biomasa con mas rapidez y mantienen la biodiversidad”, recalcó.

Se trata, destacó, de una pieza clave en la descarbonización que reclaman los objetivos de desarrollo sostenible y la mitigación del cambio climático. “Como destacaba el ingeniero Julius Natterer, pionero en las estructuras en madera, si el bosque tiene valor, el bosque siempre estará ahí”, concluyó.