El objetivo es lograr una mayor dinamización de las zonas más rurales, una mejora de la calidad de vida y fijar la población al territorio
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha instado a la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural a poner en marcha la Estrategia de Desarrollo Rural Horizonte 2030, un documento que nace con el propósito de implementar las medidas adecuadas para que Andalucía siga avanzando hacia un desarrollo rural integral y de impulsar el desarrollo del medio rural en la comunidad autónoma.
Para ello, esta normativa tendrá el objetivo principal de aprovechar el papel de la agricultura sostenible y las actividades económicas existentes para aportar acciones que les permitan incrementar el emprendimiento mediante la diversificación de los sectores productivos. Todo ello con el fin de lograr una mayor dinamización de las zonas más rurales y una mejora de la calidad de vida y fijar la población al territorio.
De esta forma, la Estrategia de Desarrollo Rural de Andalucía Horizonte 2030 va a fomentar la cohesión social creando oportunidades para atraer a empresas innovadoras, ofreciendo a los andaluces acceso a empleos de calidad al estimular la creación de nuevas vías de negocio en el mundo rural tras la modernización de las infraestructuras y la implantación de nuevos servicios.
A este respecto, esta estrategia va a realizar de forma exhaustiva una visión integral de las necesidades a medio y largo plazo que tienen los municipios enclavados en las zonas rurales, siendo ello prioritario para impulsar las nuevas medidas a planificar, las cuales pasan, en primer lugar, por orientar los mecanismos de financiación y buscar otros posibles fondos para este fin.
Andalucía cuenta con 528 municipios con una población residente inferior a 5.000 habitantes, siendo un 67,26% los municipios que se encuentran en una zona rural. Esta realidad es la que ha llevado al Gobierno andaluz a desarrollar esta estrategia que va a implicar tanto a agentes públicos como privados para trabajar en la consecución de esos objetivos de desarrollo rural integral que busca, a través de políticas sectoriales que incidirán en los retos de futuro que deben afrontar las zonas rurales para evitar la despoblación y seguir creciendo.