‘Eye in the skies’, ópera rock basada en el grupo Alan Parsons Projects, reúne en un espectáculo único todo el talento creativo jiennense
¿Qué ocurre cuando un artista de éxito, un escritor brillante que asombró a todos con su primera obra, es incapaz de plasmar sus ideas y sentimientos sobre el papel? ¿Qué hacer cuando la seguridad en ti mismo se quiebra, cuando el influjo de la página en blanco te amordaza?” Esta fue la declaración de intenciones de la primera escena del espectáculo ‘Eye in the skies’, ópera de rock basada en 18 temas musicales del mítico grupo británico de los años 70 ‘The Alan Parsons Projects’, que se representó (en dos sesiones) este sábado en el Nuevo Teatro Infanta Leonor de Jaén en lo que ha sido la mayor producción musical y escénica hecha nunca en la provincia de Jaén, con artistas locales todos ellos.
Con un equipo de casi 80 personas, esta gran producción ha servido también para poner de relieve el talento de los profesionales de las artes escénicas de esta tierra. El productor y autor del espectáculo, Paco Bernard (junto a su hijo Julio Bernard Cobo), destacaba que el musical “ha puesto el foco en el talento que hay en Jaén y en demostrar que aquí se pueden hacer espectáculos de alto nivel al igual que en las grandes capitales”. Un evento que empezó a fraguarse hace ya casi tres años y que ha reunido a lo más granado de la cultura jiennense. Ha contado con el patrocinio de la Diputación Provincial enmarcado en el programa “Yo elijo Jaén. 10 años del Día de la Provincia”, y del Patronato de Cultura del Ayuntamiento. El diputado de Cultura, Ángel Vera, presente en el Teatro Infanta Leonor, felicitó a los promotores «por este gran espectáculo y por haber reunido tanto talento jienense».
La trama del musical, con una duración de 90 minutos, abordaba el relato de un pacto con el diablo en busca de la inspiración que ha tenido un escritor en su primer libro, y que no encuentra en su segundo. El diablo envía a su mensajero, a su embaucador, que le ofrece ese pacto. El bien, un personaje alternativo al mal, estaba encarnado por un mendigo que le advierte de los peligros. Un pacto con el diablo que se complica con una historia de amor porque en realidad la inspiración viene en forma de mujer, aunque no es más que una ilusión en la cabeza del escritor. En definitiva, dos historias paralelas: el pacto con el diablo y una historia de amor imposible.
El equipo de este musical, compuesto por unas 80 personas, estaba formado por: Autores, Francisco José Bernad Soriano y Julio Bernard Cobo; la dirección artística de Miguel Karames; coreografía Antonio “El Tabanco” y Erica Da Silva; cantantes, Ernesto Medina, Jorge Sánchez, Pedro Lucas y Laura Pérez.
La banda de rock estaba compuesta por Jorge Molina y Alberto Martínez (piano y teclados); Juan Francisco Cobo (batería); Norberto Vílches (bajo); Francisco José García (guitarra) y Juan José Ramírez (saxofón).
La orquesta estaba dirigida por Rogelio Rojas, autor también de los arreglos orquestales, y compuesta por: Javier Sanchís, Lyudmuyla Artymo, Lorena Moreno, Rafael Gallego, Jeremías Sanz, María del Campo de Castro, Pedro Domenech, Emilio José Martínez, Elena López, Moisés Romero, Esther Fernández, Pilar Cervera, Raquel Martínez, Jose Manuel Rubia Pliego, Ana María Delgado, Carmen Jurado, Elena Muñoz Esteban, Luis Báez Cervantes, Juan Jaime Ruiz Leite y Ramón González (cuerda); Juan Ramón Fuentes, Marina Lemberg y Cecilio García (madera); Vicente Alcaide, Santiago Rosales, Sherezade Borja, Joaquín Fuertes, Juan Antonio Montero, Juan José Martínez Román y Francisco Javier Yera (metales); y Pablo Mercado y Sergio López (percusión).
El coro lo componían Ana Victoria Chica Marchal, Pilar Munera Gómez, Lucía Rojas Rodríguez, Montserrat Fernández Rus, Lola Ortega Expósito, Mari Carmen López Martínez, Benjamín Rodríguez García, Fernando Extremera Cruz, Sebastián Molina López, Kike Rus Blanco y David Castillo Gallego.
Los figurantes fueron Óscar Cabrera Barranco,Chema Trujillo Rivas, Pedro Jiménez Vallejo, Ernesto Medina Rincón y Juan David Blanco Galisteo y, como bailarines, Emilio López Menéndez, Miriam Tazi Gutiérrez y Fátima Martos Gallardo. El diseño y construcción de decorados fue obra de Luis Eugenio Álvarez Díaz; la dirección técnica de Sonido e Iluminación, Rafael Martos y Guillermo Muñoz, y el diseño del cartel y story borard, Claudia Ruiz Peinado.