El joven apicultor Marcos Uriel, premiado por su miel de romero de la Hacienda Santa Cristina

El pasado sábado 27 de noviembre tuvo lugar en el palacio de la Merced, de Córdoba la entrega de premios del Concurso de Calidad de la Miel, Expomiel 2021, que organiza la Diputación de Córdoba. En ellos se ha reconocido con el segundo puesto en la categoría de monoflorales y claras a Marcos Uriel Gálvez (La Guardia, Jaén), que ha participado con una miel de romero, procedente de las colmenas que este joven apicultor posee en la Hacienda Santa Cristina, en pleno corazón del Valle de Otíñar.

Este certamen tiene como objetivo poner en valor el trabajo de los ganaderos apícolas cordobeses y andaluces. A la presente edición, que ha mantenido el concurso de calidadde otros años, se han presentado 32 muestras de mieles multiflorales y monoflorales de distintos puntos Andalucía, entre ellas esta miel de romero procedente de Otíñar, que se convierte en la segunda mejor miel monofloral del año 2021 en Andalucía.

«Desde Hacienda Santa Cristina nos sentimos muy orgullosos de este premio, pero en especial del trabajo que Marcos y el resto de apicultores de la hacienda realizan, así como su afán por ir mejorando año tras año. Una labor muy importante no sólo por la obtención de miel natural y de calidad, sino también por la sostenibilidad que la apicultura aporta al ecosistema que encontramos en el valle de Otíñar», ha señalado Chari Anguita, gerente de Hacienda Santa Cristina, en una nota de prensa.

Un sector el de la apicultura que en Hacienda Santa Cristina de Otíñar se considera como estratégico para el desarrollo rural de esta zona de sierra al Sur de Jaén, que en 2009 fue declarada la primera Zona Patrimonial de Andalucía. Desde hace dos años se está trabajando con los diferentes apicultores de la finca en un proyecto en el que la apicultura y el turismo rural vayan de la mano, y sirvan como un aliciente más para un turismo guiado y de calidad en el valle, del que ya han disfrutado algunos visitantes no sólo españoles sino también extranjeros. Un apiturismo que unido a las rutas de oleoturismo y de turismo arqueológico intentan poner en valor no sólo el patrimonio histórico y cultural de Otíñar, sino también sus productos agroalimentarios, el aceite de oliva virgen extra, la carne de cordero o cabrito, y evidentemente la propia miel en sus variantes de romero y mil flores.