Manuel Martínez recrea la emigración del siglo XX con la novela «Manuela Malo: una torreña entre los fogonos de Churchill»
La nueva novela del escritor jienense Manuel Martínez, «Manuela Malo: Una torreña entre los fogones de los Churchill” recrea las andaduras de una de tantas emigrantes de la provincia que marcharon al extranjero para ganarse la vida en la segunda mitad del siglo XX. La novela se ha presentado esta semana en la sede de la UNED de Úbeda en el marco de la décima edición del Certamen de Novela Histórica “Ciudad de Úbeda”, con la presencia del poeta Alfonso Fernández Malo y de la propia Manuela Malo.
Manuela y Andrés salieron de su pueblo en 1958 a Barcelona, como tantas familias de españoles en aquellos tiempos que buscaban una vida mejor para ellos y sus hijos y desde allí al Reino Unido, compartiendo dichas y desdichas entre fogones. Lo especial de Manuela y su esposo Andrés, es que sirvieron en una de las casas del estadista británico más importante del siglo XX, Sir Winston Churchill, un personaje poliédrico según sus biógrafos, denominado «El personaje europeo del siglo XX». Esta pareja de Torreperogil lo conoció, aunque ya muy mayor por lo que su trabajo con la familia se desarrolló mayormente al servicio de su hijo Randolph Frederick Edward Spencer-Churchill, periodista británico, escritor y miembro conservador del Parlamento por Preston de 1940 a 1945 en su casa de Stour House, East Bergholt, Suffolk.
El libro editado por Círculo Rojo y traducido al Inglés, nos promete un viaje por la historia paralela de las vivencias con los Churchill y una España vaciada de oportunidades y un Torreperogil que, como otros muchos pueblos de la geografía jiennense, empezaba su reconstrucción en plena posguerra.
Sin embargo este libro, editado en español e inglés, va más allá de las anécdotas, todas muy interesantes que nos cuenta Manuela a sus 81 años, porque tanto ella como Andrés, su marido, fueron fieles a sus señores desarrollando siempre su trabajo con excelencia. «Estas vivencias nos despojan de la intolerancia y el egoísmo para que nos veamos como ciudadanos del mundo, más aún cuando reflexionamos sobre el gran abismo existente entre aquellos dos mundos por los años 60; Torreperogil, un pueblo jiennense sumido en una dictadura que parecía no terminar nunca y Londres en pleno desarrollo económico y social, centro europeo de la cultura», explica el escritor segureño afincado en Úbeda.
A lo largo de la novela se desnudan dos realidades sin ningún pudor: de un lado la pureza de la sencillez y de otra la putrefacción de la exquisitez; una historia de dos familias que discurre paralela, la primera saliendo adelante a base del duro trabajo, la segunda abocada al abismo de sus miserias de poder. En esos mundos tan dispares y, en un mismo tiempo, separados por unos 2.000 kilómetros fue donde Manuela y su familia vivieron su historia.
«La migración puede suponer una lacra social en cualquier época y por las causas que sean, porque producen desarraigo, dependencia, pobreza, esclavitud en sus variadas formas y sumisión al poderoso entre otras enfermedades del alma en quienes las padecen, por eso hay que evitarla y facilitar a las personas el arraigo en su medio, en el que les vio nacer, en el que crecieron y donde puedan morir o no, pero que si se marchan que sea por decisión propia. Facilitemos el regreso de tantas familias y sus descendientes a nuestras tierras, a esas que esperan inertes para retomar la alegría de la primavera, la serenidad del otoño, la quietud del invierno y la agitación del verano», reflexiona Manuel Martínez sobre el hilo argumental de su nueva novela.