Un estudio constata que algunos municipios aumentan su censo hasta un 20,5% en pandemia
Un estudio dirigido por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y el Centro de Estudios Demográficos (CED-CERCA) ha concluido que la pandemia del Covid-19 consiguió que la población de ciertos municipios rurales de España creciese un 20,5%.
Varias voces, procedentes sobre todo de ámbitos no académicos, habían hablado de un potencial éxodo urbano hacia las áreas rurales. Sin embargo, esto no ha podido ser demostrado hasta ahora, gracias a este trabajo titulado ‘Cambios de residencia en tiempos de Covid-19: un poco de oxígeno para el despoblamiento rural‘, y publicado en la revista divulgativa ‘Perspectivas Demográficas‘.
La UAB informó en un comunicado este miércoles que, entre los datos observados, se encuentra el hecho de que el mayor aumento en los flujos de población se dio en los municipios de menos de 10.000 habitantes situados a una distancia de entre 40 y 160 kilómetros de las grandes ciudades.
Por otro lado, el análisis también ha mostrado que la salida de vecinos de las zonas rurales cayó un 12,6%, con un saldo migratorio positivo de casi 88.347 personas en 2020, cuando en el periodo 2016-2019 se perdieron de media 8.034. Mientras, en las zonas periurbanas y las ciudades pequeñas sin área urbana no se han observado diferencias significativas.
Estos cambios han dado “un respiro a los procesos de despoblamiento rural“, dice el comunicado, principalmente en los municipios unidos a las ciudades gracias a la presencia de segundas residencias o lazos familiares.
Como ejemplo, nombran el caso de municipios del Sistema Central conexas con la metrópoli de Madrid y el Pirineo catalán, la Costa Brava y la Costa Daurada ligadas a Barcelona; el Pirineo aragonés, vinculado a Zaragoza; el noreste de la cordillera Cantábrica y el norte de Burgos, ligado al País Vasco y los pueblos del sureste del Sistema Ibérico y algunas aldeas de la Comunidad Valenciana.
La investigación, por otra parte, ha matizado que los cambios están “lejos de ser un éxodo urbano” y ha atribuido estos desplazamientos al impacto del coronavirus y a sus efectos. El estudio indica que esta situación se ha visto facilitada gracias a la implantación del teletrabajo, las restricciones de movilidad y la voluntad de mejorar las condiciones habitacionales como posibles causas de este comportamiento, y destaca que la mayoría de los desplazamientos se produjeron entre ciudades.
En esta línea, el investigador de la UAB y del CED Miguel González-Leonardo, ha declarado que “es probable que los cambios observados fueran coyunturales, ya que los datos mensuales muestran que las salidas desde las áreas rurales y las llegadas a las ciudades recuperaron los valores previos” a la pandemia una vez acabado el confinamiento domiciliario en mayo de 2020.
UN 13,1% DE SALIDAS SE PRODUJERON EN BARCELONA
Esta misma investigación ha observado un descenso de movimientos hacia las ciudades de un 15,4%; por el contrario, ha habido un mayor incremento en las emigraciones internas procedentes desde las áreas más pobladas, un 21% de Madrid y un 13,1% de Barcelona, lo que se ha traducido en una pérdida de 127.442 habitantes en 2020 frente a la cifra de menos 20.200 en el periodo pre-pandémico.
Por último, creemos necesario indicar que para llevar a cabo el análisis, los investigadores usaron los microdatos de la Estadística de Variaciones Residenciales (EVR) del Instituto Nacional de Estadística (INE), que contienen todos los cambios de residencia entre los 8.131 municipios españoles.
Fue así como se dieron cuenta de lo que decíamos al inicio: la pandemia ha hecho crecer en un 20,5% la población de los municipios rurales del país.