El IV Congreso Nacional de Despoblación y Reto Demográfico que se celebra en Albacete pide mirar al medio rural sin paternalismos

Fotografía de portada: El presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, junto con la ministra Teresa Ribera, y la vicepresidenta de la Diputación de Jaén, Francisca Medina.

El presidente de la Diputación de Jaén y presidente de la comisión de diputaciones, cabildos y consejos insulares de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Francisco Reyes, ha asistido a la inauguración este jueves del IV Congreso Nacional de Despoblación y Reto Demográfico, que ha organizado el Gobierno de España junto a la FEMP y en el que colabora la Diputación de Albacete. Reyes destaca que “esta cita es fundamental para exponer la situación actual del mundo rural, dar a conocer sus oportunidades y fortalezas y también los retos a los que se enfrenta”.

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha inaugurado estas jornadas acompañada del secretario General de la FEMP, Carlos Daniel Casares; el presidente de la Diputación de Albacete, Santiago Cabañero; el alcalde de esta ciudad, Emilio Sáez; la vicepresidenta primera de las Cortes de Castilla-La Mancha, Josefa Navarrete; y el vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez.

En estas jornadas, que se desarrollan los días 16 y 17 de febrero en el Teatro Circo de Albacete, participarán más de 40 representantes de entidades locales, del Gobierno de España, de las comunidades autónomas, de las universidades e instituciones del tercer sector, que evaluarán trabajos realizados en esta materia y establecerán nuevas líneas de actuación al objeto de convertir la despoblación en oportunidad. En el marco de este congreso, mañana, viernes, a las 11.00 horas, el presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, moderará la mesa redonda ‘Legislación e impacto democrático’, en la que participarán Carmen Navarro y María Luisa Vilches, diputadas en el Congreso de los Diputados; Manuel Blasco y Francisco Díaz, senadores; y Juan Antonio López de Uralde, presidente de la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico en el Congreso de los Diputados.

Autoridades durante la apertura del Congreso Nacionnal de Despoblación y Reto Demográfico, en Albacete.

El presidente de la Diputación de Albacete, Santiago Cabañero, señaló que se trata de un encuentro del que “sacar conclusiones de lo hecho y avanzar, mirando al medio rural sin paternalismos ni lástima; sacando del discurso esa idea tan injusta y negativa que transmite el concepto de la ‘España vaciada’, y haciendo valer que es la ‘España de las oportunidades’”. Y añadió que la pandemia de los últimos años “ha servido precisamente para la puesta en valor del medio rural y de la vida en los pueblos”..

Santi Cabañero ha señalado este Congreso como una nueva oportunidad para hacernos plenamente conscientes de que “el ‘Reto Demográfico’ apela a toda la sociedad” porque “el de la despoblación de los pueblos, es también el problema (y no menor) de la superpoblación de las grandes ciudades”. Cuestión que, ha insistido, obliga a todos y a todas a “trabajar por una redistribución más equilibrada de la población en el territorio, porque eso mejorará la calidad de vida de la población y también mejorará el territorio”.

El presidente de la Diputación albaceteña ha animado a seguir defendiendo con vehemencia el mundo rural, “no desde el optimismo, que es una mera sensación que se tiene de que es más probable que sucedan más cosas buenas que malas en el futuro, sino desde la esperanza, que es ese estado de ánimo certero que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea” ha señalado, afirmando que “la España despoblada es real; por supuesto, pero también lo es la esperanza de repoblarla, porque es alcanzable hacerlo si se cree en el inmenso potencial que tiene el mundo rural”.

De ahí que haya reiterado la necesidad de “mirar a los pueblos desde el positivismo”, para que cualquier persona, libremente, decida asentar ahí sus proyectos de vida (personales y profesionales) con todas las garantías de plenitud.