El pueblo honra la memoria de Doña Mencía de Salcedo con unos actos cargados de emoción, simbolismo e implicación vecinal
Manuel Amezcua
(Fotografía de portada: Iglesia parroquial de Noalejo, en cuyo templo fue sepultada Doña Mencía de Salcedo
Noalejo ha vivido este 20 y 21 de marzo de 2025 dos jornadas históricas con motivo del 450 aniversario del fallecimiento de Doña Mencía de Salcedo, fundadora de la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora y del Señorío de Noalejo. Los actos, organizados por la parroquia, han contado con una notable participación de vecinos y vecinas, que han querido testimoniar su reconocimiento a una mujer singular, cuyo legado espiritual y material sigue vivo en la comunidad.
La conmemoración dio comienzo el miércoles 20 de marzo a las ocho de la mañana, justo a la hora en la que, según los testimonios históricos, en el año 1575, expiraba doña Mencía de Salcedo en su casa palacio de Noalejo. El toque de campanas a difuntos marcó el inicio de este homenaje, evocando un hecho fundacional para el pueblo: la muerte de quien fue su impulsora y protectora, que dio paso al establecimiento del mayorazgo y continuidad del señorío.
Ya en la tarde del jueves 21 de marzo, un salón parroquial repleto de asistentes, acogió la conferencia “Una mujer, una parroquia, un señorío: pervivencia histórica de Mencía de Salcedo”, a cargo del Cronista Oficial de Noalejo, Manuel Amezcua Martínez, que fue presentado por José Manuel Martos Ortega. En su intervención, el historiador trazó una semblanza de la vida de doña Mencía, destacando su noble linaje, su servicio a la corte de la emperatriz Isabel de Portugal y su decisión, tras años junto a la monarquía más poderosa de Europa, de retirarse a este rincón de los Entredichos para reforzar y defender en persona la fundación de su flamante villa y amparar a sus vecinos. “A lo largo de su vida —señaló el cronista—, Mencía de Salcedo adquirió tierras bastantes para dar trabajo a los labradores que, junto a su protectora presencia, iniciaron la andadura de este pueblo. Y Noalejo agradecido, nunca le ha olvidado”.
El acto central tuvo lugar a las siete de la tarde, con una solemne misa de réquiem en el templo fundado por la propia doña Mencía y bajo cuyo suelo reposan sus restos. La celebración, presidida por el párroco, Juan Jiménez Lomas, fue solemnizada por el cuarteto vocal granadino “Feria Sexta”, cuyos cantos polifónicos de la época fundacional contribuyeron a realzar la intensidad estética y espiritual del momento. Es de destacar que, durante la ceremonia, tal como ella dispuso en su testamento, fue colocado sobre el acceso a la bóveda donde reposan sus restos, el escudo de armas de doña Mencía, ricamente bordado sobre un repostero carmesí, un elemento simbólico que ha sido recuperado tras una rigurosa labor de investigación histórica.
Uno de los momentos más emotivos fue la ofrenda floral con la que culminó el acto, protagonizada por jóvenes de la localidad, evocando una de las disposiciones testamentarias más conmovedoras de la fundadora: la entrega anual de una dote a dos hijas de labradores pobres para que pudieran casarse dignamente, una tradición que perduró durante siglos hasta la abolición de los señoríos. Con este sencillo gesto, Noalejo quiso recuperar, aunque simbólicamente, un ritual que hablaba del compromiso social y humano de Doña Mencía con sus vecinos.
La respuesta de la población ante la conmemoración ha sido ejemplar, muy especialmente entre las mujeres, participando con respeto y emoción en unos actos que no solo han recordado el pasado, sino que han fortalecido el sentimiento de identidad colectiva. Tal como se expresó en la monición que precedió al acto solemne, “los descendientes de aquellos primeros habitantes nos hemos congregado en la misma iglesia que ella erigió, sobre el suelo que aún alberga sus restos, para honrar la memoria de una mujer excepcional que quiso ser señora de lo espiritual y lo temporal en este lugar”.
Estos actos inaugurales marcan el inicio de un programa cultural más amplio que se desarrollará a lo largo del año 2025, bajo el patrocinio de su parroquia, con el objetivo de recuperar, difundir y celebrar la figura y el legado de doña Mencía de Salcedo. Una mujer que, cinco siglos después, sigue convocando a su pueblo en torno a la gratitud y la memoria.
