La cultura milenaria oleícola y el Paisaje del Olivar, camino de ser Patrimonio Mundial, marcan la impronta de Jaén y su territorio

FOTO DE PORTADA: Puesta de sol sobre un mar de olivos. JOSÉ MANUEL PEDROSA

La provincia de Jaén puede presumir de contar con el mayor bosque humanizado del planeta. Más de 66 millones de olivos conforman un paisaje único en el mundo que sólo se puede contemplar en esta provincia cuyas costumbres, historia, arquitectura, patrimonio y forma de vida está marcada por la milenaria cultura del olivar y del aceite de oliva. Y un paisaje que, de alguna manera, marca la personalidad de este territorio desde tiempos remotos, de tal manera que la historia de Jaén y de Andalucía se encuentra inexorablemente ligada a este árbol, emblema también de la cultura mediterránea. Viejos olivos sedientos/ bajo el claro sol del día,/ olivares polvorientos/ del campo de Andalucía como los definió el poeta Antonio Machado durante su estancia como profesor de francés en Baeza.

“El olivar y el aceite de oliva es el principal motivo de orgullo de esta provincia y algo que nos diferencia a la hora de posicionarnos como destino turístico”, afirma el diputado de Promoción y Turismo, Francisco Javier Lozano. La Diputación Provincial de Jaén creó hace casi una década la marca OleotourJaén (www.oleotourjaen.es) una plataforma para poner en valor todo el patrimonio que emana de la cultura oleícola en Jaén y que, según Lozano, “va a suponer un punto de inflexión en el desarrollo de la provincia”

Inauguración del nuevo espacio museográfico del Centro de Interpretación Olivar y Aceite de Úbeda.

Museos, almazaras, restaurantes especializados, alojamientos rurales, cortijos, fiestas, degustaciones y catas de aceite se agrupan en OleotourJaén en lo que supone un viaje fascinante a la esencia de la cultura del olivo y donde podrá conocer in situ el proceso de producción del aceite, desde el cultivo del olivar, pasando por la recogida de la aceituna en el campo, hasta llegar a su extracción y envasado en la almazara. Una experiencia única para introducirse en el mágico y sensorial mundo del aceite de oliva. Desde su puesta en marcha son ya casi 150 las empresas (de todos los tipos) agrupadas en OleotourJaén, que quiere hacer de Jaén un referente mundial en el oleoturismo como ya lo es también en la producción.

Pero el gran reto que tiene por delante la cultura oleícola de esta tierra es la declaración del Paisaje Cultural del Olivar andaluz como Patrimonio Mundial de la UNESCO. El expediente, del que forman parte otras provincias andaluzas con tradición olivarera, ya ha llegado al Consejo de Patrimonio Histórico Español antes de su evaluación final por la UNESCO. “Claro que tenemos una gran oportunidad porque es un Paisaje Cultural sin parangón a nivel mundial, ni más ni menos que un bosque humanizado con 66 millones de árboles”, subraya el diputado de Turismo, que se muestra optimista de cara a la resolución final, y exitosa, del expediente.

El documento entregado ante la UNESCO pone en valor un Paisaje Cultural con 180 millones de árboles, un manto verde que se extiende desde la provincia jiennense hasta la localidad sevillana de Estepa. Se trata de un itinerario de algo más de 200 kilómetros que supone el elemento articulador y de mayor visibilidad de un paisaje singular, con incursiones en las comarcas de La Loma, Sierra Mágina o Sierra Sur, en Jaén, la Subbética cordobesa, las campiñas media y alta del Guadalquivir y las sierras de Estepa. La belleza de las infinitas hileras de olivos es algo que no deja impasibles a los que lo contemplan por primera vez.

El poeta Miguel Hernández, casado con la jiennense Josefina Manresa, estuvo muy vinculado a esta tierra  donde fue destinado para dirigir el periódico ‘Altavoz del Frente Sur’. Y fue durante su estancia en Jaén cuando escribió algunos de sus poemas más afamados contenidos en su libro ‘Viento del pueblo’. Uno de ellos, ‘Aceituneros’, ha sido convertido recientemente en himno de la provincia olivarera por excelencia:   Andaluces de Jaén/ aceituneros altivos/ Decidme en el alma quién/ quién levantó los olivos/ No los levantó la nada/ ni el dinero, ni el señor/ sino la tierra callada/ el trabajo y el sudor. Unidos al agua pura/ y a los planetas unidos/ los tres dieron la hermosura/ de los troncos retorcidos. Gran parte del legado de Miguel Hernández lo podemos encontrar en el museo (museozabaleta.blogspot.com) que lleva su nombre en Quesada, y que comparte espacio con el del pintor Rafael Zabaleta, un artista influenciado por el cubismo de Picasso que tomó el olivo y el paisaje agrario como eje de su escenografía.

La Vía Verde del Aceite cumple su vigésimo aniversario desde su creación.

Vía Verde del Aceite

Una buena alternativa para empaparse del océano olivarero es la Vía Verde del Aceite que  discurre entre la Sierra Sur jiennense y la Subbética cordobesa a través del antiguo trazado del tren que, durante casi un siglo, sirvió para dar salida al aceite de estas tierras por el puerto de Málaga. Una vía férrea de 128 kilómetros que se cerró en 1985 y que atraviesa un puñado de pueblos que rezuman fragancia aceitera por todas sus esquinas.

La Vía Verde del Aceite recorre, serpenteando, terrenos de campiña olivarera que configuran un paisaje de enorme belleza salpicado por cortijos típicos andaluces. Por aquí pasan a diario senderistas, corredores, cicloturistas y amantes de la naturaleza.

La Diputación de Jaén ha programado una veintena de actividades para conmemorar a lo largo de este año el vigésimo aniversario de la Vía Verde del Aceite, la más grande de Andalucía. Son actividades que llegarán a todos los municipios por los que discurre la Vía Verde del Aceite, Jaén, Torredelcampo, Torredonjimeno, Martos y Alcaudete y que van desde rutas saludables con personas mayores o con escolares, plantaciones de árboles, un concurso de fotografía, instalaciones de nidales, conciertos, senderismo nocturno y observación de estrellas, o una carrera popular con tres etapas para recorrer la Vía Verde del Aceite por tramos. También se llevarán a cabo acciones de concienciación y sensibilización medioambiental, como la presentación del primer coche eléctrico para el mantenimiento de esta vía verde, o su declaración como espacio sin humo. Actividades programadas en todos los meses del año para poner en valor un trazado que en 2021 registró más de un millón de usuarios.

De otro lado, el Centro de Interpretación del Olivar y el Aceite de Oliva de Úbeda, que acaba de estrenar su nueva propuesta museográfica, se convierte en uno de los espacios clave en la promoción del oleoturismo en Jaén. Un museo que se ha transformado para ofrecer un nuevo recorrido a sus visitantes, así como más contenidos expositivos, información en varios idiomas y nuevas herramientas tecnológicas que mejorarán la experiencia de las miles de personas que lo visitan cada año.

El Centro de Interpretación Olivar y Aceite comenzó su andadura en 2013 y lo hizo con el apoyo de 15 socios, entre los que se encontraba el Ayuntamiento de Úbeda. Actualmente, la asociación cuenta con 84 socios, 53 de ellos productores de aceite.

Durante la inauguración de este nuevo espacio museográfico, el presidente de la Diputación, Francisco Reyes, sintetizó a la perfección cuál es la filosofía y la importancia que el oleoturismo tiene en Jaén: “Llama la atención cada vez de más gente porque el aceite de oliva y todo cuanto lo rodea están de moda, tanto por ser un alimento saludable como por sus indiscutibles bondades gastronómicas y el decisivo papel que este árbol puede jugar en la lucha contra el cambio climático; el oleoturismo es como una segunda cosecha que recogemos cada año y por eso debemos cuidarla más que nunca”.