El CES provincial anima a Diputación a reforzar la lucha contra la despoblación con mayor eficiencia en la prestación de servicios consorciados o mancomunados.

Cuadro de portada: Densidad de los municipios de la provincia de Jaén.

(Conclusiones del apartado sobre la Población, incluido en la Memoria del Consejo Económico y Social (CES) provincial de 2022).

En gran medida, la realidad demográfica jiennense sigue estando marcada por la gran salida demográfica que se inició en los años cincuenta del siglo pasado. De hecho, la cantidad de personas nacidas en la provincia de Jaén es más de la mitad de las que actualmente residen en la misma, destacando como lugar de destino las comunidades de Cataluña, Madrid, Valencia y otras provincias andaluzas, especialmente Granada, Málaga, Sevilla y Córdoba.

La provincia de Jaén presenta una baja densidad demográfica y un reparto desequilibrado de la población, está en dinámica regresiva generalizada y sigue perdiendo peso relativo con relación al conjunto regional y nacional. Es muy significativo que, para el período 1998-2021, el mínimo demográfico jiennense corresponda al último año reseñado, mientras que el resto de provincias andaluzas lo obtuvo en 1998. Almería, Cádiz, Huelva y Málaga consiguieron el máximo de este período en 2021, mientras que Sevilla lo hizo en 2020, Granada se acercó al máximo alcanzado en 2011 y sólo Córdoba, con Jaén, estaban perdiendo población desde ese año de manera continuada. Huelva, que es la única provincia que en estos momentos tiene una población menor que Jaén, se equiparará en unos pocos años más de cumplirse las proyecciones demográficas publicadas por el INE. En el caso de Jaén, las pérdidas se deben a la combinación de saldos vegetativos y migratorios negativos. Una parte de sus municipios más pequeños puede calificarse en riesgo de despoblación y la situación difícilmente cambiará si se mantienen las actuales tasas de fecundidad real (que está por debajo de la fecundidad deseada), la salida de la población adulta joven, la limitada presencia de primeras generaciones de población extranjera (con hábitos natalistas por lo general superiores a los de la población de residencia más antigua) y el envejecimiento.

Entre los aspectos más positivos hay que señalar la existencia de un reducido número de municipios de menos de 1.000 habitantes, un umbral en el que el mantenimiento de servicios esenciales se vuelve muy complicado de sostener si solo se consideran razones de eficiencia económica; así como la existencia de una red de ciudades medias cercanas, con una economía diversificada, bien comunicadas entre ellas y con capacidad para irradiar su influencia en el resto del territorio. Esta situación se enmarca, de todas formas, en la existencia de un modelo territorial con un destacado desequilibrio en términos de distribución de la población y la actividad económica, que se reconoce cuando se comparan la porción más oriental y montañosa con la más occidental y campiñega. De igual forma, volvemos a destacar la existencia de un colectivo muy considerable de personas nacidas o vinculadas a la provincia de Jaén, en todos los estratos etarios, cuya presencia esporádica o definitiva podría ser un revulsivo para recuperar población y actividad.

Partiendo de la base de que el tamaño, composición y comportamiento demográfico son efecto y resultado de una determinada situación socio-económica y cultural, las posibilidades de cambio tienen mucho que ver con los efectos de la economía de mercado, que no valora excesivamente las posibilidades de este territorio, ni desde el mismo se encuentran las mejores fórmulas para aprovechar las oportunidades que brinda. Por su parte, las políticas públicas también son importantes, y no son precisamente reducidas las ayudas que desde diferentes vías llegan; otra cosa es la valoración de sus efectos y la necesidad de hacerlas más eficientes. En todo caso, es necesario que las decisiones públicas, si se quieren reducir las desigualdades sociales y los desequilibrios territoriales, no se vean sometidas exclusivamente a una tiranía de del análisis coste-beneficio, pues de esa forma se reforzarán las tendencias actuales a la concentración espacial de la población en las áreas más dinámicas.

Con todo, la provincia de Jaén se comporta como otras en las que el problema es, más que demográfico, económico. Aunque se ha perdido mucha población, el contingente demográfico es elevado, no hay ninguna cabecera municipal que haya desaparecido y la proporción de jóvenes es aún importante. Otra cosa son los indicadores que hacen referencia al desempleo, el elevado peso de la actividad agraria o los bajos niveles de renta por habitante. Frente a la “España despoblada que decrece”, el caso jiennense se puede calificar como de “España despoblada que se estanca” (Bandrés Moliné y Azón Puertolas, 2022). El desafío es, por tanto, encontrar soluciones que permitan la remontada.

El modelo político-administrativo también es fundamental ante el reto económico-demográfico. La primera cuestión a considerar es la necesidad de que los servicios, infraestructuras y equipamientos se distribuyan de manera equitativa, pues todos los ciudadanos gozan de los mismos derechos y a nadie se puede discriminar por el lugar en el que reside. En ese sentido, el papel de la administración local es fundamental, pero eso supone a menudo dotarlos de una organización supramunicipal. El papel de la Diputación Provincial de Jaén, en este contexto, debería reforzarse para facilitar una mayor eficiencia en la prestación de servicios consorciados o mancomunados.

Afrontar el reto demográfico implica, en definitiva, el despliegue de una estrategia integral, la aplicación de un enfoque estratégico y la adopción de un modelo de desarrollo territorial más equilibrado, esto es, la aplicación de mejores políticas públicas para los left behind places o “lugares/territorios descuidados/desatendidos” (Mackinnon et al., 2021), que superen los esquemas clásicos de ayudas y subvenciones, con una serie de principios básicos, que cuentan ya con consenso científico, que se pueden sintetizar de la siguiente manera (Esparcia et al., 2020):

Enfoque multiescalar, participado y basado en la complementariedad.

Gobernanza multinivel.

Transversalidad de las políticas y acciones.

Combinación de acciones de corto plazo con otras iniciativas de medio y largo plazo.

En el terreno de los hechos concretos, es posible deslindar entre proyectos que pueden facilitar la resiliencia de los pueblos (agroecología, energías alternativas para el desarrollo de proyectos locales, mejora del transporte con criterios de vertebración territorial, mejoras en los servicios sanitarios considerando el envejecimiento, el desarrollo de empleos ligados a la atención a ese colectivo o la revitalización de las prácticas comunales en la gestión de los recursos naturales en las áreas protegidas), con aquellas otras que persiguen fines diferentes, como puedan ser los macroproyectos de producción eléctrica o cárnica que están pensados en una lógica extractiva y global, pero no tanto en relación a una reivindicación de pueblos con futuro (Taibo, 2021).

Por el momento, en un contexto regional en el que, como hemos visto, sigue el crecimiento y redistribución espacial de la población a favor de las grandes capitales y las zonas litorales, el reto demográfico no parece que esa una prioridad para el gobierno regional. En ese sentido, cabe solo mencionar algunas medidas puntuales destinadas a apoyar la adquisición de vivienda o el nacimiento y adopción de hijos en el caso de residentes en “municipios con problemas de despoblación”, una consideración que se aplica a aquellos que tienen menos de 3.000 habitantes, sin que se haya especificado qué razones han llevado a establecer ese umbral y considerar solo la variable de la población total (Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, 2023).

No obstante, a nivel provincial están surgiendo estrategias para hacer frente al reto demográfico de acuerdo a las características propias del territorio y la población a esa escala. Así, Granada cuenta con una estrategia ante el reto demográfico y el despoblamiento para el período 2020-2023[1]. En el caso de Jaén, la Diputación Provincial también tiene en marcha una serie de medidas para hacer frente al reto demográfico destinadas a favorecer la formación, el empleo y el emprendimiento en los municipios con menos de diez mil habitantes.


[1] https://www.dipgra.es/contenidos/estrategia-provincial-despoblacion/