«A vosotras, mujeres del Mundo Rural», de Ezequiel Martínez, inaugura el serial con las obras del Premio de Poesía Rural de la Fundación Savia y Finca Bonilla

En octubre de 2022 se falló el I Premio de Poesía Rural convocado por la Fundación Savia por el Compromiso y  los Valores y por la Finca ecológica Bonilla, de Torres de Albanchez.

El primer premio en la categoría de adulto, premio “Felipa Marín”, fue para Jorge Fernández Gonzalo, por su obra “Stoikhela, y el premio en la categoría juvenil, premio “Isabel Montes!, para Andrés Felipe Vargas por su obra “Un lugar en el mundo”.

El jurado quiso destacar que las obras presentadas “transmiten esperanza e ilusión hacia el mundo rural, exaltan la naturaleza con mucha finura, sensibilidad y elegancia, y son obras luminosas y que huyen del victimismo”.

El jurado también valoró la calidad de los trabajos presentados, 204 en total, procedentes de España (160) y de otros 12 países, como Cuba, Venezuela o México.

Los premios quieren ser un homenaje a dos mujeres, Felipa Marín e Isabel Montes (Yeye). La primera de ellas, fallecida a los 85 años en Torres de Albanchez, fue un ejemplo para las mujeres anónimas de la Sierra de Segura. Felipa luchó para sacar a sus 12 hijos adelante, trabajando en el campo, viviendo en un cortijo prestado, hasta que pudo tener su propia casa.

Por su parte, Isabel Montes, “Yeye”, como la llamaban sus familiares y amigos más íntimos, fue un ejemplo de entrega a los demás sin esperar nada a cambio. Su generosidad sin límites y su capacidad de escucha la hicieron destacar y ganarse el cariño de los que la conocían.

ALMA DE PUEBLOS irá publicando en los próximos días las obras ganadoras en la primera edición de este Concurso de Poesía Rural. Pero iniciamos el serial con este poema preliminar de Ezequiel Martínez, periodista, escritor y poeta.

“A vosotras, mujeres del Medio Rural”

(A las mujeres, que han sido, son y serán todo en el medio rural)

Pastoras, aceituneras altivas

agricultoras, ganaderas,

maestras, panaderas,

médicas, escritoras

Sonríen tras el mostrador

del comercio del pueblo

en la recepción del hotel rural

o como alcaldesa del lugar

Se ocupa de las ovejas y las vacas

los cerdos, los conejos, las gallinas,

revisa las facturas de las compras,

de luz, gasóleo, piensos, semillas,

y las ventas del trigo, de la aceituna,

de los corderos, de los terneros.

Enseña a hijos e hijas el valor de la palabra dada,

la honestidad, la dignidad, la libertad

y les educa en valores rurales, en respeto,

en derechos, en obligaciones, en el amor.

Alcaldesas, empresarias, gestoras,

médicas, maestras, directoras,

escritoras, pintoras, ceramistas, artistas

al servicio de la Comunidad.

Sois indispensables en la sociedad

y a veces os sentís invisibles

ante el machismo patriarcal

que debemos entre todos erradicar.

Tanto os debemos mujeres

madres, abuelas, hermanas,

esposas, amigas, compañeras,

tanto hay que agradeceros

que deberíamos llorar

y pediros perdón por las ofensas

de tantos hombres sin piedad.

Mi admiración, mi respeto,

mi amor, mi agradecimiento

a vosotras mujeres, compañeras,

por toda vuestra Humanidad.