Frailes conmemora el XXV aniversario de la Fiesta del Vino con una muestra fotográfica sobre los últimos 40 años de la historia local
Fotografía de portada: Santiago Campos, junto a la exposición «Vino y Frailestud» abierta en el Balneario de Frailes.
Extracto de la conferencia sobre la Fiesta del Vino de Frailes pronunciada por Santiago Campos.
«Para lo que nos ocupa, la fiesta del Vino, tengo que destacar al concejal y teniente de alcalde socialista, José Luis Martín Afán de Rivera que se ocupó de las áreas de Agricultura, Industria y Desarrollo Económico. José Luis Martín Afán de Rivera fue el promotor de la Jornada del Vino, y en todos los rincones de la comarca se daban las condiciones para crear eventos de este tipo, con ayuda de un nuevo organismo que gestionó una serie de fondos, esta entidad era Adsur y además respondió la Diputación Provincial y muchas personas del municipio. Una fiesta dedicada al vino del terreno, que muchos fraileros, propietarios de viñas, obtenían en sus propias casas, elaborando un caldo de forma tradicional, fresco, joven, afrutado y con poco aguante.
El primer evento del vino sucedió el 25 de enero de 1997 y en aquella ocasión me tocó hablar y lo hice sobre el vino del terreno, con una conferencia denominada ‘La tradición del vino en Frailes’. Fue una fiesta casi familiar, con poco más de 100 personas y se celebró en los bajos del restaurante Avenida que estaba situado junto al puente de los Molinos. Tras la conferencia, se ofreció una comida que fue elaborada por el cocinero Miguel Montes que preparó un potaje frailero con todos los ingredientes necesarios y además un remojón, hecho a base de naranja, aceite y pan de higo y una degustación de productos de la clásica matanza, con chorizo y salchichón y sobre todo los clásicos corderos y chotos que se crían en la sierra de Frailes y para el postre se sirvió repostería frailera, con roscos, la manta y los nochebuenos.
La II Jornada del Vino del Terreno se celebró el 24 de enero de 1998 y comenzó a tomar forma esta fiesta popular y al mismo tiempo abierta a la provincia y a Andalucía. El alcalde Antonio Cano tuvo palabras de bienvenida para todos los visitantes y vecinos. En primer lugar, habló el cronista de Lopera, José Luis Pantoja que hizo un recorrido por los vinos de la provincia. Más tarde, fue presentado el famoso escritor jienense, Juan Eslava Galán, ganador de un premio Planeta y con una gran obra escrita. Juan Eslava deleitó al público con su conferencia sobre el vino en la Grecia y Roma clásicas y en la España antigua. La presencia de Juan Eslava dio a la fiesta un sello de brillo, fue un pregonero del vino de primera fila, después se le invitó más veces, pero no vino más. En esta ocasión, Manolo el Sereno, logró que viniera porque a ambos le unía una gran amistad y Eslava visitó la casa del Sereno en varias ocasiones y habían realizado alguna excursión por la Ruta de los Milagros. Esto le sirvió al Sereno para iniciar su periplo de invitaciones a los escritores que a él le gustaban y poco a poco fueron llegando muchos de ellos al pueblo. Así, la semilla de esta fiesta parece que germinaba y con ello se construía un trampolín para que el nombre de la villa sonara en la provincia y en Andalucía. La idea de la fiesta del vino fue cuajando y la gente fue respondiendo, por lo que el Equipo Socialista siguió apostando por ella, tratando de abrir nuevas vías de desarrollo a la villa, como el turismo rural y se pensó en recuperar el balneario, además de varios proyectos de viviendas, e incluso se pensó en la idea de un parque natural.
Un día, 13 de marzo de 2001, llegó a Frailes el famoso escritor de los Países Bajos, Cees Nootemboom, invitado por el escritor inglés Michael Jacobs a la fiesta del vino y escribió en el País Semanal lo siguiente: ‘Nos reciben como si todos llevaran años esperándonos, desayunamos en casa de Manolo grandes rebanadas de pan tostado sobre el que gotea el aceite como oro fundido. Al día siguiente ya recojo mi correo electrónico en el ordenador de la farmacia, al segundo día ya somos habitantes de Frailes. La fiesta del vino es un éxito, el vino fluye como un río; sopa con garbanzos, un guiso de cordero, toda clase de pasteles, el bullicio de cientos de voces, felicidad pública, risas y algazara. Todo el pueblo está presente, las ollas son tan grandes que parecen destinadas al rancho de un ejército y de fuera han llegado escritores y pensadores’. FRAILES ESTA VIVO.VIVA LA FIESTA DEL VINO».