Las conducciones del Víboras y canal del Quiebrajano, aún pendientes
La zona norte de la provincia de Córdoba no garantiza el suministro de agua potable a 80.000 personas más allá del mes de octubre. Las obras de construcción de kilómetros de tuberías para llevar agua de La Colada a Sierra Boyera fueron paralizadas en 2008. Por otra parte, en la provincia de Jaén se encuentra la paradoja de que los sistemas del Víboras y Quiebrajano, que atienden a 250.000 personas, fueron declarados por la Junta para la “Renovación y adecuación de las conducciones generales de abastecimiento del sistema Víboras y sustitución del Canal del Quiebrajano”; a día de hoy, tampoco han sido ejecutadas, y el sistema de abastecimiento del Rumblar, que atiende a 90.000 habitantes, tiene un escenario de emergencia por su bajo volumen de agua.
Según la Fundación Savia y Aeopas (Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento), estas situaciones requieren de financiación urgente por la “situación de alarma y extrema necesidad” que están sufriendo los habitantes que se abastecen de agua potable en estos territorios, por lo que, estas organizaciones, en una misiva remitida al Presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, han pedido “que el Gobierno andaluz actúe declarando esta obra como de emergencia”
Asimismo, ha afirmado que “el mundo rural necesita de medidas estructurales urgentes, sobre todo en municipios menores de 20.000 habitantes donde los operadores de agua han de alcanzar una emergencia suficiente para seguir prestando el servicio como hasta ahora, pero haciendo frente a externalidades como el aumento de la energía o la futura emergencia climática”. Por este motivo, las entidades creen de especialmente relevante que se dote de inversiones a través de los Next Generation para esta línea prioritaria como es el agua.
Aeopas y Fundación Savia aseguran que las pérdidas de agua en el medio rural son superiores al 40% y conllevan un gasto energético superior al necesario, por lo que invertir en “reserva de acuíferos, disminución de energía para la extracción, disminución de la contaminación del agua, disminución del gasto energético en las depuradoras, menor cantidad de productos necesarios para el tratamiento, etc”, supondría un ahorro en todos los sentidos.
Para finalizar, han solicitado establecer soluciones a estas cuestiones a la mayor brevedad posible para dar la respuesta adecuada a la emergencia de sequía que se haya actualmente Andalucía.