La comarca segureña, con un pasado esplendoroso, confía su despegue al turismo rural y de naturaleza
(Con la Sierra de Segura arranca el nuevo espacio DESCUBRIR JAÉN, con ‘Contenido ofrecido en colaboración con la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía’. A través de esta sección plantemos un viaje quincenal por cada una de las diez comarcas naturales de Jaén. Un viaje descubriendo su patrimonio artístico y natural y también sus recursos turísticos a través de una serie de reportajes donde se ponga en valor la oferta turística de los municipios y las comarcas jiennenses, dando visibilidad a los empresarios de la provincia que apuestan por el turismo para fijar la población en el medio rural).
A la comarca de la Sierra de Segura se la conoce como el paraíso de las mil tentaciones. Es un territorio mágico lleno de belleza y de contrastes. Es la más extensa -aporta el 67% de la superficie total- de las tres sierras que conforman el espacio natural protegido más grande del país, el parque natural Cazorla, Segura y Las Villas, es también la que atesora un pasado más esplendoroso –llegó a ser Provincia Marítima y sede del Negociado de Maderas del Ministerio de Hacienda en el siglo XVIII- y es igualmente la que cuenta con un patrimonio natural y cultural más denso.
Sin embargo, pese a sus múltiples fortalezas la Sierra de Segura no acaba de despegar en el plano turístico. Un déficit que los 13 municipios de esta comarca están intentando corregir lo antes posible de la mano de un buen número de emprendedores locales empeñados en aprovechar los recursos endógenos y todas las oportunidades que brinda esta comarca. Otro elemento que debe contribuir a un mayor posicionamiento y visibilidad de la Sierra de Segura es el plan de desarrollo sostenible recientemente aprobado por la Junta de Andalucía y que aspira a movilizar una inversión de 47,6 millones de euros en todo el parque natural.
Las civilizaciones que la habitaron dejaron su legado manifiesto a través de pinturas rupestres, puentes romanos, murallas, castillos y fortalezas, iglesias, casas de piedra blasonadas y arquitectura popular aún bien conservadas, como las pinturas rupestres declaradas Patrimonio de la Humanidad. Además, la comarca atesora un buen número de Conjuntos Histórico-Artísticos y Bienes de Interés Cultural, elementos que ya supieron captar personajes que pasaron por la comarca segureña, como Aníbal, Asdrúbal, Publio Cornelio Escipión y su hermano Cneo, Ibn Ammar, Rodrigo Manrique y su hijo Jorge Manrique, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, Francisco de Quevedo y Antonio Machado.
El historiador Vicente Ruiz, autor del libro La Provincia Marítima de Segura y la Marina de la Ilustración´ recuerda cómo en el siglo XVIII los Montes de Segura mantuvieran un régimen jurídico especial con la explotación y administración por parte de la Marina de un espacio cuya superficie arbolada se extendía desde la región oriental del antiguo reino de Jaén hasta el reino de Murcia. “Durante este periodo los montes de Segura surtieron de madera a obras de carácter civil y naval. Con maderas de Segura se edificaron o se repararon conventos, iglesias y catedrales como las de Córdoba y Jaén. También se emplearon para la construcción de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y para el abastecimiento de los arsenales de La Carraca, de Cartagena y puntualmente de El Ferrol”, indica Ruiz.
Pero antes, en 1580, la comarca ya tuvo su propio estatus legal con las Ordenanzas del Común de Segura, firmadas en el monasterio de Santa María de la Peña en Orcera. “A lo largo de sus 73 capítulos se gestionaban muchos aprovechamientos relacionados con el monte con el pasto, con los frutos de los árboles, la utilización de espacios para la fabricación de quesos, el procesado y comercialización de la madera, así otros aspectos relacionados con la vecindad y la residencia en el territorio”, destaca Sergio Rodríguez, cronista oficial de Orcera.
Puede decirse, por tanto, que hasta 1986, con la creación del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas la explotación forestal fue la principal fuente de riqueza de este territorio aunque la poca repercusión económica que tuvo esta actividad ha estado detrás de los recelos y la desconfianza que los lugareños siempre han tenido hacia la Administración de turno.
Ahora, la Sierra de Segura mira al futuro sin complejos. “Sus productos naturales como la riqueza maderera, el aceite ecológico, ganadería ovina, sus artesanías o la variedad de plantas medicinales, entre otros; son recursos latentes para el presente y cultivo para el futuro, así como el patrimonio histórico artístico, social y humano para generar un desarrollo económico y sostenible lejos de la gran urbe, que junto a la actividad turística como motor parecen ser el horizonte más cercano”, sostiene Manuel Martínez, un segureño que ha dedicado parte de su tiempo al estudio del folclore, costumbres, tradiciones e historia de la Sierra de Segura.
Martínez nos propone que el viaje por esta comarca lo iniciemos por Segura de la Sierra, “que se mira al espejo como uno de los pueblos más bonitos de España, que se entremezcla con la belleza que nos muestra per se y que cualquiera que lo visite podrá apreciar quedando maravillado e impregnado por el embrujo de sus calles, plazuelas y las balconadas o miradores al valle, que lo ensalza. Un reclamo para quien gusta del turismo de interior”.
Aunque la agricultura y la ganadería extensiva –con la trashumancia como exponente casi genuino en esta zona- son los principales argumentos económicos de la comarca segureña, también empiezan a despuntar otros sectores como la artesanía o el turismo rural. La artesana malagueña Ana Santiago Lineros llegó hace siete años desde la provincia de Cádiz hasta la casa forestal El Pilarillo, en plena Sierra de Segura, en Orcera. Y lo hizo por convicción propia, buscando la mejor armonía con la naturaleza como fuente de inspiración para su actividad profesional. Tal y ha sido la alianza entre Ana y el medio natural que fue galardonada en los Premios Nacionales de Artesanía 2020 gracias a su trabajo con los telares de bajo lizo, recuperando un oficio, poniendo en valor el mundo rural y apostando por la sostenibilidad. Su empresa AyF Tejedores y su taller está declarado por la Junta de Andalucía como Punto de Interés Artesanal (PIA) y la artesanía de Ana Santiago son piezas únicas de diseño, tradicionales y contemporáneas, tejidas a mano una a una en telares sin mecanizar.
En el municipio de mayor altitud y también el más oriental, Santiago-Pontones, un grupo de emprendedores locales han lanzado la plataforma de venta on line ‘Alacena de Segura’ para comercializar sus productos, desde el cordero segureño a la miel, pasando por los embutidos o la repostería más tradicional. Una plataforma on line que se asemeja, de alguna manera, a un ‘Amazón’ aunque circunscrito a la comarca segureña.
Santiago-Pontones no sólo es el municipio más extenso del parque natural (ocupa un tercio de su superficie), sino que es el de mayor tradición ganadera de la provincia. En los últimos años la ganadería extensiva de Santiago-Pontones está recobrando el auge de otros tiempos y, gracias al programa de ayudas para el relevo generacional, se han incorporado 38 jóvenes a la actividad ganadera, una cifra insólita y que no tiene precedentes en ningún rincón de Andalucía. “Estamos empezando a recuperar activos y, con ellos, nos garantizamos el relevo generacional”, se congratula Antonio Punzano, un ganadero de 47 años de la pedanía de El Cerezo que sigue practicando año tras año la ganadería trashumante.
Turismo rural
De la gran urbe al paraíso natural. Yolanda Vizcaíno es una joven que ha dejado su trabajo como enfermera en Bélgica para volver a su tierra, en Pontones, en la Sierra de Segura, donde acaba de crear la empresa de turismo activo “Aventura Hernán Pelea”, que se presenta como la mejor oportunidad de interactuar con la naturaleza, los paisajes, la historia, la cultura y las tradiciones del municipio de Santiago-Pontones. “Aventura Hernán Pelea es mi sueño hecho realidad”, asegura esta joven empresaria, que regenta también en Pontones el antiguo restaurante familiar El huerto del batán.
Antonio Rodríguez es otro emprendedor que ha vuelto a su tierra de origen durante la pandemia. Trabajaba como enfermero en un hospital de Murcia, pero volvió a la aldea de El Cerezo y ahora gestiona los alojamientos rurales La Paridera. Muy cerca de allí, en La Matea y Los Teatinos los hermanos José y Rocío Lara compaginan su trabajo en la panadería familiar La Milagrosa con la casa rural Rosa Blanca.
Son sólo algunos ejemplos de cómo el emprendimiento rural está ayudando a mantener la población en esta comarca que apuesta también por el turismo como elemento de desarrollo. Uno de los productos turísticos que más expectativas ha abierto es el llamado Camino de San Juan de la Cruz. Es un viaje hacia el interior siguiendo la huella del místico y poeta San Juan de la Cruz, el carmelita que en el siglo XVI iluminó este gran sendero lleno de naturaleza y con paisajes que son un reclamo para los sentidos. El camino de san Juan de la Cruz transcurre desde Beas de Segura, en Jaén, hasta Caravaca, en Murcia, unos 180 kilómetros en total. Y tiene en la provincia de Jaén su núcleo principal, pues actualmente se gestiona una ampliación desde Villanueva del Arzobispo y, además, pasa por los municipios de Hornos de Segura y Santiago-Pontones, el de mayor extensión. El que muchos ven ya como el ‘camino de Santiago’ del sur de España se ha puesto en valor turístico (faltan aún varias infraestructuras de hostelería) para deleite de los muchos andariegos (acepción propia de Santa Teresa con el que se conoce a estos senderistas) que ya se atreven a emular al santo y poeta universal.
Y también en Beas de Segura tiene su germen el itinerario cultural sobre la Red “Huellas de Santa Teresa de Jesús”, un itinerario turístico que se puso en marcha en 2015, en el marco del quinto centenario del nacimiento de Teresa de Jesús. En Beas de Segura está el Convento de Carmelitas Descalzas de San José del Salvador, primera fundación de Santa Teresa en Andalucía. Un enclave incluido también en las Rutas Literarias por la provincia de Jaén, donde está presente Santa Teresa de Jesús o San Juan de la Cruz. Son 14 los municipios que conforman esta red, Ávila, Medina del Campo, Malagón, Valladolid, Toledo, Pastrana, Salamanca, Alba de Tormes, Segovia, Beas de Segura, Sevilla, Caravaca de la Cruz, Villanueva de la Jara y Burgos.
La grandeza paisajística de la Sierra de Segura la está convirtiendo también en reclamo para el mundo del cine. El último ejemplo es la película, La Hija, dirigida por el almeriense Manuel Martín Cuenca y con el actor consagrado Javier Gutiérrez como protagonista principal. Esta película ha sido rodada íntegramente en la provincia de Jaén, y buena parte de ella transcurre en la Sierra de Segura. En concreto, la cinta divulga la ruta de la trashumancia y de las aldeas de la zona de alta montaña de Santiago-Pontones, la sierra más profunda.
Hay otras iniciativas que se abren paso para poner en valor el turismo de naturaleza. Como el proyecto ‘Jaén, Naturaleza Accesible’, en Siles, donde se apuesta por la accesibilidad a personas con movilidad reducida. A través de senderos como ‘Camino Junta de los Arroyos’, ‘Camino del Encierro’, Camino de la Presa’ o ‘Camino de las Acebeas’, se practican rutas con sillas joëlettes y barras direccionales que amplían la oferta y la acercan a todos los colectivos. Este proyecto diversificará, según el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, la oferta turística y el modelo turístico tradicional de la zona y supondrá la oportunidad de acercarse a un mercado potencial de 80 millones de personas con alguna discapacidad en la Unión Europea, que se eleva a 130 millones contabilizando las personas que viajan con acompañantes. En el caso de España son más de cuatro millones las personas con discapacidad, el 9% de la población, siendo por tanto una iniciativa ética, consciente y vocacional para hacer del turismo en la comunidad una industria mejor, más sensible y valorada por todos.
En Torres de Albanchez se apuesta por convertir en recurso turístico la famosa Torre del Homenaje, así como a la promoción digital del resto de atractivos monumentales y naturales que atesora esta población. Todo ello gracias a las ayudas concedidas por la consejería de Turismo a través de las líneas de subvenciones Patcul y Munitic y que van a contribuir a “generar una marca en torno a lo que significa el turismo de excelencia dentro del segmento de viajes de interior, que está en constante crecimiento en la provincia”, en palabras de la delegada territorial de Turismo, Marián Adán. La Torre del Homenaje de Torres de Albanchez es un monumento que está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) dada su relevancia histórica y cultural como una vigía emblemática del siglo XIV.
La Sierra de Segura es también un lugar ideal para la práctica de deportes en contacto con la naturaleza, desde el senderismo y el ciclismo de montaña, los deportes náuticos o el vuelo libre. Un buen exponente de ello es el Festival Internacional del Aire “El Yelmo”, que lleva ya 22 ediciones como uno de los principales eventos de vuelo libre del mundo. En Santiago-Pontones destaca la mejora del sendero de Las Pozas del Zumeta, con una inversión de más de 35.000 euros por parte de la Consejería de Turismo, con el que se busca fomentar el turismo activo y de aventura en este enclave estratégico de la provincia, «que dispone de una red de senderos que lo hace especialmente atractivo para los viajeros amantes de la naturaleza y el deporte”, ha destacado la delegada, Marián Adán.
