La comarca presume del AOVE más premiado y se sube al carro del turismo de naturaleza
(‘Contenido ofrecido en colaboración con la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía’)
«Sierra Mágina, puerta y frontera,
tierra brava de olivo y alcor.
Son airoso bastión tus montañas,
franqueza tu entraña.
En tu suelo se escribe la historia
y en tu cielo navega el honor
Son tus pueblos balcones blanqueados
tus barrancos, adelfas en flor,
cantimploras holgadas tus ríos,
y tus gentes, largueza y tesón».
Son las primeras estrofas, con estribillo incluido, del Himno de Sierra Mágina, estrenado este año con letra de Socorro Mármol Bris y música de Jesús Barroso Torres. Unos versos que resumen a la perfección la identidad y el sentir de una comarca ubicada en el centro sur de la provincia de Jaén y que está compuesta por 15 municipios: Albachez de Mágina, Bedmar y Garcíez, Bélmez de la Moraleda, Cabra del Santo Cristo, Cambil-Arbuniel, Cárcheles, Campillo de Arenas, La Guardia de Jaén, Huelma-Solera, Jimena, Jódar, Larva, Mancha Real, Pegalajar y Torres. En total, una extensión de 1.389 kilómetros cuadrados y la mayor parte de su territorio forma parte del parque natural de Sierra Mágina.
El relieve, con abruptos barrancos y fuertes desniveles, marcan la singularidad y el interés de la fauna y la flora de Sierra Mágina, donde se han detectado al menos 49 endemismos botánicos entre los que destacan, por su singularidad, Jurinea fontqueri, Vicia glauca subsp o Giennensis. En cuanto a la fauna, el parque natural alberga importantes especies como la águila real, la víbora hocicuda, el sapillo partero bético o la araña negra de los alcornocales. La comarca cuenta con el pico más alto de la provincia, Mágina (2.167 metros) así como otras cumbres importantes Pico Almadén (2.032 metros) o el Aznaitín (1.745 metros).
“La despoblación es un gran reto al que se enfrenta la sociedad maginense, pero con el trabajo de todas las personas e instituciones comarcales, seguro que la convertiremos en un entorno excelente para vivir y trabajar”, indica Jorge González, presidente del Colectivo de Investigación de Sierra Mágina, CISMA. A su juicio, en Mágina se está asistiendo a un cambio de mentalidad entre los pobladores que hacen presagiar un futuro más alentador.”Son muchas las organizaciones que están realizando un gran trabajo de investigación, documentación, recuperación y mantenimiento de nuestro patrimonio material e inmaterial, patrimonio que conforma la idiosincrasia e identidad de esta comarca”, apostilla González.
La actividad económica de Mágina gira, principalmente, en torno a la producción de aceite de oliva. La creación de la Denominación de Origen del Aceite de Sierra Mágina hace 25 años ha favorecido la revalorización del sector contribuyendo a la comercialización de marcas propias con capacidad para competir en el mercado bajo unos parámetros de calidad.
Dentro del sector servicios y además de la actividad relativa al pequeño comercio, el turismo rural se configura en los últimos años como un importante recurso económico de la comarca, ofreciendo una interesante oferta medioambiental, etnológica e histórico-arqueológica. La empresa Maginaventura Sport Nature de Bedmar simboliza mejor que nadie la vocación emprendedora que atesoran muchos jóvenes de esta comarca. Se trata de una empresa dedicada al turismo activo que ofrece actividades deportivas en el parque natural de Sierra Mágina, ofertando un pack aventura, que incluye actividades de escalada, rápel, tirolina, slackline y tiro con arco.
En Bedmar, por cierto, se ha localizado el que es el primer enterramiento humano completo de la edad magdaleniense descubierto en la península ibérica. Los trabajos arqueológicos llevados a cabo en la Cueva del Mirón han puesto al descubierto el hallazgo de la ‘Dama roja’, los restos humanos de una mujer adulta que fue enterrada en la parte trasera del salón de la cueva hace unos 18.700 años. Este descubrimiento excepcional es hasta ahora el mayor hito del centro Paleomágina, que ofrece un viaje por los orígenes y la evolución de la humanidad y la vida cotidiana en la prehistoria.
La diversidad del patrimonio arquitectónico y artístico de Sierra Mágina es producto de su historia y del paso y asentamiento de numerosos pueblos que han ido dejando su impronta, conformando una comarca con marcadas señas de identidad históricas, culturales y etnológicas. El legado monumental de Mágina cuenta con importante obra civil, religiosa, militar y popular e importantes yacimientos arqueológicos.
Del patrimonio comarcal hay que resaltar, el castillo de Huelma, que se levanta sobre un promontorio de fuertes pendientes y, en la misma localidad, su Iglesia parroquial de la Inmaculada del siglo XVI; en Cabra del Santo Cristo, destaca la Iglesia parroquial y Santuario del Santo Cristo de Burgos, un ejemplo del Barroco de Andalucía y un centro de peregrinación al que acuden personas de diferentes poblaciones; en La Guardia de Jaén no hay que dejar de visitar su castillo, una fortaleza de considerables dimensiones, asentado sobre vestigios íberos y que luce actualmente en todo su esplendor tras su reciente rehabilitación. También merece una visita el Antiguoconvento de Santo Domingo; del patrimonio arquitectónico de Mancha Real sobresale la iglesia Parroquial de San Juan Evangelista y el Antiguo Convento de los Carmelitas Descalzos; El Conjunto Histórico Artístico de Jódar es desde 2014 Bien de Interés Cultural de Andalucía, y lo mismo ocurre con el Casco histórico de Cambil declarado Bien de Interés Cultural en 2012 y donde sobresale el Castillo de Mata Bejid, situado entre las sierras de Mágina y Almadén y que apunta a una construcción cristiana de principios del siglo XIV; o el Castillo de Bedmar, declarado Monumento Histórico, o el Palacio de los Marqueses de Viana, en Garcíez..
En Pegalajar hay inventariados hasta 26 bienes declarados Patrimonio Inmueble de Andalucía, siendo seis de ellos también Bien de Interés Cultural, entre ellos la Iglesia de Santa Cruz, Torre de la Cabeza, Arco de la Encarnación, la ermita de la Virgen de las Nieves, La Fuente de la Reja y la emblemática Charca, y sin olvidar sus afamadas Cuevas de la Serrezuela, convertidas en una oferta turística cada vez más demandada. Finalmente, el casco urbano quizá sea lo más atractivo de Larva. Asentado en una suave ladera, entre las sierras del Pozoy laCabrilla, con una disposición caprichosa de sus calles, ligeras pendientes, viviendas uni o plurifamiliares de marcado acento rural.
Pero si el patrimonio artístico es una de las señas de identidad de la comarca, su riqueza natural es quizás su mejor carta de presentación. En Sierra Mágina no hay que dejar de visitar la cascada de Zurreón, las vistas privilegiadas que ofrece el pico Almadén, los parajes naturales de excepcional belleza de Fuenmayor, en Torres, y la Peña del Águila, en Mancha Real, o el paraje del Adelfal de Cuadros, un bosque de ribera sobre el río Cuadros dominado por adelfas. Paradisiaco es también el paraje de las Siete Pilillas, en Pegalajar, convertido en un lugar de referencia para el parapente y el vuelo libre.
La apuesta por la calidad del aceite de oliva es una de las máximas de la mayor parte de las almazaras de Mágina. “Han entendido que la calidad es lo que los diferencia y hace que puedan permanecer atados a su querida tierra, que la rentabilidad está en ser distintos y tratar de forma diferente a un cultivo ancestral del olivo, que, por su situación orográfica, carece de la posibilidad de reorganizarse o reconvertirse. Y además lo hacen por partida doble; ¡para que luego digan que la tierra no da posibilidades!”, señala Hermenegildo Cruz, técnico de la D.O. Sierra Mágina y autor del libro “Viejos, los caminos”. Cruz anima a reinventarse a su pueblo natal, Jimena, “diversificando en todos los potenciales como pueblo que mira al futuro desde el conocimiento del presente, con cabeza y sensatez, sin pretender ser lo que no se es, ni ofrecer lo que no puedes dar”.
Muy cerca de Jimena, en Albanchez de Mágina, otro paisano ilustre, Blas Ogayar, tiene claro cuál es la receta para parar la sangría demográfica de estos pueblos: “Se debe trabajar en varios frentes. En primer lugar generar actividad económica y para ello hay que buscar actividades alternativas al cultivo del olivar y el turismo puede y debe ser el motor de desarrollo”, añade. Y, en esa línea, considera que Sierra Mágina debería contar con la certificación StartLight para la protección del cielo nocturno, la difusión cultural de la astronomía y el desarrollo económico sostenible local a través del astroturismo.
Sierra Mágina es también un territorio ideal para el teletrabajo. Un ejemplo de ello es el de Charles Rabiller, un informático francés afincado en Arbuniel y que compagina su trabajo profesional para una compañía farmacéutica, con la gestión de la finca olivarera que asume su pareja, Rocío Soriano, empeñada en poner en marcha un proyecto que uniera el aceite de oliva de alta gama con el turismo. De momento, su aceite Olimágina ha logrado en apenas tres campañas oleícolas una docena de premios, nacionales e internacionales, entre ellas la Medalla de Oro en Nueva York en 2018 y la de Brasil en 2020.
Otro caso de emprendedor es el de Sebastián León que, al frente de la cooperativa León del Moral, empezó hace una década a revolucionar el mundo de las telecomunicaciones en Sierra Mágina. Primero ofrecieron servicios de Internet y, desde 2016, introdujeron la fibra óptica, que en la actualidad llega a más del 40% de los vecinos de Jódar y también a la mayor parte de empresas de la localidad.