La plataforma ciudadana culpa a los promotores del proyecto de ofrecer datos falsos
La Plataforma Ciudadana «Solera libre de macrogranjas» ha conocido, a través de varios medios de comunicación, las declaraciones del promotor del proyecto de explotación intensiva porcina en Solera. Estas declaraciones, aseguran, están «llenas de contradicciones, medias verdades y datos falsos que no hacen sino confirmar la poca confianza que despierta la familia promotora de la macrogranja y han supuesto más preocupación para los vecinos de Solera, que ven amenazado su futuro».
La Plataforma «Solera libre de macrogranjas» dice no dar crédito alguno al intento de la familia promotora por intentar «vender» su explotación porcina intensiva en distintos medios y le anima a defender su actividad económica de una forma veraz y valiente. En palabras de la portavoz del colectivo, Ana María Rodríguez, «no sabemos a quién pretenden engañar pero nosotros hemos leído su Proyecto y hemos presentado las alegaciones correspondientes por lo que conocemos perfectamente sus intenciones. Lo mínimo que se les puede pedir a esta familia, que viene a poner una granja a nuestro pueblo porque en Campillo los vecinos ya no soportan otra, es que digan la verdad».
El colectivo ciudadano lamenta, en primer lugar, que una familia con experiencia en diversos sectores industriales tenga tanto desconocimiento sobre los procedimientos administrativos y las obligaciones legales. Según Rodríguez, «el proyecto aún no ha sido aprobado por el Ayuntamiento, por lo que no cuenta ni con todos los permisos, algunos de los cuales ni son necesarios en este caso (como los de Diputación, Confederación o Medio Ambiente), ni está siendo dilatado. Está siendo tramitado y, en ese proceso, los intereses y derechos ciudadanos cuentan tanto como los del promotor.» Además, el proyecto ha incorporado como propias, tras un año subsanándose por los técnicos de las Administraciones, algunas condiciones, como la plantación de los árboles que se pierdan. Rodríguez ha señalado que «las Administraciones cumplen su obligación y añaden correcciones y mejoras al proyecto inicial, por lo que los promotores deberían estar agradecidos. Si finalmente no se aprueba será por no cumplir los requisitos legales. Da risa que se hable de interferencia política cuando se está tramitando y subsanando el proyecto a pesar de que todos los grupos políticos de Huelma, desde IU hasta el PP, están en contra de la granja.»
La Plataforma insiste en dar a conocer el Proyecto a todo aquel que esté interesado, para que así se compruebe que en el mismo se reconoce el riesgo de vertidos, que no son corregidos, la nula repercusión laboral y se demuestra no tener ningún beneficio para el pueblo. Pero es que, además, no se dice nada del consumo de agua, lo que les preocupa porque se extraería de la que actualmente riega su olivar. «El propio proyecto dice que no llueve lo suficiente y plantea construir un depósito para agua de lluvia de solo 150 mil litros, ¿de dónde piensa sacar los 10 millones de litros de agua que necesita? Según esta familia sólo consumirán 7 millones, lo que no cuadra con los datos de las industrias porcinas, pero si así fuera, esa cantidad representa un 20% del agua que tenemos actualmente», apunta Rodríguez, quien remarca: «Dicho claramente: si no nos deja ningún beneficio y se lleva el agua con la que regamos nuestras olivas, ¿de qué vivimos nosotros? ¿Qué riqueza aporta?»
Desde Solera invitan a esta familia a un debate público, dando la cara y sin mentiras, sobre los peligros que su actividad en esa zona va a acarrear a una población que vive de su trabajo, no de subvenciones millonarias ni de contratos públicos, y le dan la bienvenida para trasladarse a su pueblo, siempre que no destruyan, en su propio beneficio, la economía local ni su medio de vida.