SOS Rural propone en una jornada celebrada en el Congreso de los Diputados mejorar la gestión del agua y la divulgación para revitalizar el campo

EFE AGRO

Una mejor distribución y gestión del agua para los cultivos, promover planes de divulgación en colegios y el estudio del impacto del Pacto Verde destacan entre las medidas que ha propuesto SOS Rural para revitalizar el mundo rural y el sector agroalimentario. SOS Rural ha organizado este viernes en el Congreso de los Diputados, en Madrid, el evento «Forjando el futuro rural de Europa», en el que han presentado las principales conclusiones de su «Libro Blanco».

Según datos de la organización, sólo uno de cada diez habitantes, el 10 % del total de la población española, vive en las áreas despobladas del interior, lo que equivale al 70 % del territorio del país. En este contexto, la organización ha creado el Libro Blanco, un documento que esperan que sea una «hoja de ruta, útil y eficaz» para un sector que «hay que sacar del fuego cruzado de la política», ha defendido la portavoz de SOS Rural, Natalia Corbalán.

Corbalán, quien ha calificado la organización como un movimiento «independiente» y «autogestionado», ha recalcado que el campo necesita una defensa «más honesta» y «complementaria» a la que hacen los sindicatos y las organizaciones agrarias.

El documento ha planteado un escenario en el que «el futuro del sector primario depende de su capacidad de innovación, investigación y adaptación a los cambios sociales» y de la protección por parte de la Unión Europea (UE) de la seguridad alimentaria.

Además, durante la cita se han celebrado dos meses redondas en las que diferentes portavoces políticos han debatido sobre la competencia desleal y la gestión del suelo. El «Libro Blanco» se estructura en cinco pilares: La alimentación como sector estratégico, la necesidad de un medio rural vivo, una transición verde justa, la innovación en el centro y Europea global la dimensión internacional,

Para cada uno, la organización ha propuesto medidas como un «Marco Hidrológico Europeo» que garantice el abastecimiento y la distribución del agua en todo el territorio y la «simplificación» de las normativas alimentarias.

También han incluido un mecanismo de verificación rural que evalúe el impacto de las normas en estas zonas y planes de educación en los centros educativos para que los jóvenes conozcan «de primera mano» cómo se producen sus alimentos.

Asimismo, el texto ha introducido la creación de una «agencia europea para la innovación agroalimentaria» y una red europea de centros de innovación agroalimentaria.

A través de un video, el presidente de la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación en el Congreso, Joseba Andoni Agirretxea, ha indicado que «no es un momento fácil» para el campo, que se enfrenta a retos a los que debe hacer frente con «diálogo» y «negociación.

«Somos la última generación que puede considerarse rural», ha indicado, por su parte, el presidente de la empresa de transformación agraria Tragsa, Jesús Casas.

El campo, lugar en el que la agricultura tiene un papel «determinante», corre el riesgo de desaparecer debido, entre otros motivos, a que en los últimos años las políticas publicas han dado protagonismo al desarrollo de las zonas urbanas, ha explicado.

En la actualidad, el contexto social europeo «ha cambiado mucho»; los ciudadanos «no quieren un modelo productivo que no sea respetuoso con el medio ambiente», de ahí, ha pedido un sistema sea capaz de encontrar «armonía» entre lo ambiental y lo productivo.

La portavoz de la Representación de la Comisión Europea (CE) en España, María Canal, ha puesto de relieve que una de las primeras medidas de la nueva Comisión ha sido la «Visión para la agricultura y la alimentación».

La «presión» del impacto climático, la competencia desleal, el aumento del coste de la energía y la falta de relevo generacional son algunos de los retos que afronta el sector y a los que pretende hacer frente esta visión con, por ejemplo, una revisión sobre las prácticas de competencia desleal.