«No es que se vaya más gente, sino que ahora viene mucha menos gente», explica Inmaculada Herrador, directora del Plan Estratégico de Jaén
FOTOGRAFÍA DE PORTADA: Panorámica de Santiago de la Espada. AUTOR: ÁNGEL MUÑOZ, EL FOTOS.
¿Por qué se pierde población en la provincia de Jaén? A esta pregunta tuvo que contestar la directora de la oficina técnica del Plan Estratégico de Jaén, Inmaculada Herrador, durante su conferencia en el marco del I Encuentro Literario sobre Repoblación celebrado en Santiago de la Espada.
Para la economista jiennense, que cumple 25 años al frente de esta oficina de la Fundación Estrategias creada en 1998, las causas del declive demográfico de la provincia hay que encontrarla en la alta tasa de crecimiento vegetativo negativo desde al menos el año 2010. “El problema no es que se vaya más gente ahora, sino que viene mucha menos gente a la provincia”, subrayó Herrador.
Y más allá de ese crecimiento vegetativo negativo, el envejecimiento y la baja natalidad (que ha caído en todo el país un 30% desde el año 2007) completan el trío de causas principales del retroceso poblacional de Jaén, que desde el año 2007 ha perdido el 7% de su población en Jaén. Jaén es la única provincia andaluza que experimenta una pérdida de población en las últimas décadas, pero las previsiones del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) vaticinan un escenario aún peor, con la pérdida de otros 40.000 habitantes hasta el año 2040.
Con todo, la densidad de población de Jaén, de 46,23 habitantes por kilómetro cuadrado, es muy superior a la de otras provincias del interior encuadradas en la llamada España Vaciada, que está por debajo de los 10 habitantes por kilómetro cuadrado.
Chiclana de Segura, Aldeaquemada y Santiago-Pontones son los tres municipios jiennenses con una densidad de población más baja, por debajo de los 4 habitantes/km2. Y, por comarcas, la Sierra de Segura y El Condado son las comarcas con menor densidad poblacional, con 11,87 y 14,03 hb/km2, respectivamente, en el umbral en el que la Comisión Europea encuadra a los territorios que se encuentran en riesgo de despoblación.