Sorihuela del Guadalimar y Navas de San Juan sacan a flote esta técnica constructiva tradicional, declarada en 2018 como Patrimonio Mundial

Varios municipios de la comarca de El Condado están poniendo en valor su singular patrimonio de la piedra seca, que hace referencia a la técnica constructiva de origen tradicional y popular que se realiza mediante el uso de bloques pétreos sin encajar con tipo alguno de mortero o argamasa, si acaso arena seca para rellenar los huecos de la pared, de ahí su nombre. Unas construcciones que tienen su origen en el Neolítico y que en 2018 fue declarada por la Unesco Patrimonio Mundial.

 De la mano del Colectivo de Investigación de Sierra Mágina (CISMA), ya se ha llevado a cabo un exhaustivo trabajo de investigación en el municipio de Sorihuela del Guadalimar y ahora se prepara una actuación similar en Navas de San Juan, que también quiere pretende poner en valor las construcciones en piedra seca que abundan en su término municipal.

Se trata de elevaciones redondeadas en su mayor parte, aunque también las hay de otras tipologías, realizadas a base de largos y gruesos muros pétreos. Estas viejas construcciones aparecen en parajes como La Loma del Pino, La Covatilla, Los Membrillos, Los Corralillos, Cañá de los Vuelos y Cetrina el Viejo.

Un proyecto financiado en su totalidad por la Unión Europea, a través de los Fondos Faeder gestionados por la Asociación para el Desarrollo Rural del Condado (Asodeco) ejecutado por el Ayuntamiento navero, va a permitir que las estructuras de piedra seca sean investigadas desde un enfoque holístico.

Después de un trabajo de campo en el que ha intervenido el colectivo de Investigación de Sierra Mágina, un equipo interdisciplinar se encarga del inventariado y de analizar las peculiaridades de estas construcciones. El grupo lo forman Jorge González Cano, Juan Antonio López Cordero y Francisco Jiménez Rabasco, especialistas con gran experiencia y amplios conocimientos en etnografía e historia.

El equipo considera que esta arquitectura tradicional constituye “una importante expresión cultural del Condado, producto de la actividad de sus gentes, especialmente agro-ganadera, y de las condiciones climáticas y geográficas de la misma”. CISMA asegura que la técnica de la piedra seca permitió la conquista del medio, garantizando la supervivencia humana, e incluso supuso una transformación del territorio acorde con la naturaleza, favoreciendo la biodiversidad con intervenciones a pequeña escala.

Para concienciar de la importancia de este singular patrimonio arqueológico el Grupo de Desarrollo Rural de El Condado Jaén ha desarrollado visitas guiadas a este espacio natural de la comarca meridional de Sierra Morena. Los visitantes pueden apreciar el patrimonio constructivo realizado con esta técnica ancestral, con habitáculos que en la zona denominan caracoles, cercados perimetrales de fincas, corrales y majanos. Todos admiran estos cubículos de piedra habituales en zonas agrestes de Croacia, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Eslovenia, Suiza y España. Una heredad que la Unesco está poniendo en valor, sobre todo después de inscribirlo en su lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.