La provincia se rebela contra su olvido histórico y reivindica su potencial para escribir su futuro

Ginés Donaire / Fotografía de cabecera: José Manuel Pedrosa

Desde hace años España sufre un grave problema de despoblación y desequilibrio territorial. La provincia de Jaén no es ajena a ese fenómeno demográfico, como lo demuestra el hecho de que en la última década el censo de la provincia se ha reducido en más de 40.000 habitantes.  En el último año, 80 de los 97 municipios de Jaén han visto reducida su población.

Con todo, es cierto que Jaén no está entre las provincias españolas con mayor tasa de despoblación. Con una densidad de 47 habitantes por kilómetro cuadrado (lo que supone la mitad de la media que se da en Andalucía y en España), está muy por encima de provincias como Soria, Teruel o Cuenca, donde la densidad apenas supera los 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado. Eso sí, en torno a 40 municipios jiennenses tienen ya menos de 2.000 habitantes, y la mitad de ellos están en riesgo de despoblación.

Así las cosas, parece evidente que el reto demográfico y la despoblación es el mayor desafío al que se enfrenta esta provincia, cuya sociedad civil se ha despertado en los últimos meses para protestar y alzar la voz ante la situación crónica de abandono y ninguneo institucional. De momento, estas movilizaciones han servido, si quiera de forma tímida y fugaz, para situar a Jaén en el mapa de la política nacional y, sobre todo, para aumentar la autoestima de un pueblo que se rebela contra un presente lleno de nubarrones y que clama por un futuro acorde al enorme potencial de una provincia llena de oportunidades.

Por si fuera poco, la pandemia de la Covid-19, con la mayor crisis sanitaria y social sufrida por este país en varias décadas, no ha hecho más que agravar las penurias y frenar el crecimiento de un territorio que está lejos de los niveles medios de convergencia. Aún así, los indicadores socioeconómicos permiten atisbar una situación menos dramática. El Cuadro de Mando Integral del II Plan Estratégico de Jaén, en su última actualización, pone de relieve que, aunque la crisis está teniendo un fuerte coste en términos de empleo en Jaén, en la provincia se observa una caída más moderada del PIB que en el resto de España. El Banco de España ha estimado el impacto económico de la pandemia en el -8,7% en Jaén, por debajo de la media nacional y regional y, sobre todo, menos traumático del que sufrirán provincias que tienen en el sector turístico su principal fuente de ingresos. El mayor peso del sector agrario en la provincia jiennense (13,5% frente al 2,8% de la media española) puede ser la explicación de que Jaén esté resistiendo mejor que otros territorios.

Incluso el fenómeno demográfico está ofreciendo signos de cierta  recuperación. En el último año hasta 17 municipios jiennenses (algunos de ellos de tamaño medio como Martos o Alcalá la Real) han aumentado su población. Se trata de localidades de la práctica totalidad de comarcas de la provincia y de diferente tamaño, lo que podría ser un indicador de que el año de la pandemia ha servido para retener, o al menos frenar, el éxodo poblacional. Al mismo tiempo, el medio rural se ha revelado en esta pandemia como un lugar mucho más seguro, algo que está en relación con las buenas cifras de ocupación en el turismo rural durante el pasado verano y también durante la última Semana Santa.

Segura de La Sierra. José Manuel Pedrosa

“Siempre he pensado y defendido que la provincia de Jaén debe despegar por sus propios medios, que son muchos los recursos, fortalezas y potencialidades que tenemos y que debemos de aprovechar”, asegura la economista Inmaculada Herrador, directora del II Plan Estratégico de Jaén. Herrador pone en valor aspectos conocidos como el liderazgo mundial de Jaén en el aceite de oliva, la mayor superficie de espacio natural protegido de España y la segunda en territorio europeo, el mayor conjunto de castillos y fortalezas de Europa, además de un importante patrimonio íbero, renacentista y minero. Y otros menos conocidos como que Jaén tiene más peso industrial que la media andaluza, con subsectores potentes como el agroalimentario, el plástico, la cerámica estructural, el metalmecánico o el mueble (en 2020 la industria dio empleo en Jaén al 15,61% de las personas ocupadas, Andalucía al 9,91%) o el hecho de que en los últimos años se han desarrollado empresas tecnológicas en la provincia (Software DelSol, Innovasur, Grupo Sicnova, entre otras). “Tenemos una localización geoestratégica envidiable, un gran potencial en el campo de la logística y el transporte, actualmente en auge, y contamos con un capital humano importante, personas bien formadas que, si tuvieran oportunidades laborales en su tierra, desarrollarían su proyecto vital aquí”, subraya esta economista.

Sostiene Inmaculada Herrador que, aunque hay muchas actuaciones que dependen de las administraciones local y provincial y de los agentes sociales de Jaén, “no es menos cierto que hay proyectos estratégicos clave, sobre todo en materia de infraestructuras, que dependen de administraciones supraprovinciales y que lastran el crecimiento de la provincia”.

Por su parte, Manuel Parras, presidente del Consejo Económico y Social (CES) de la provincia de Jaén y al frente también de la recién creada Indicación Geográfica Protegida (IGP) ‘Aceite de Jaén’, admite que “sobran planes de desarrollo y faltan realidades”. Parras apela, no obstante, a hacer autocrítica ciudadana y cree necesario avanzar en una mayor diversificación del sector primario para no depender, como ocurre ahora, del monocultivo del olivar.

Una de las empresas punteras de la provincia es Software DelSol (adquirida recientemente por el grupo italiano TeamSystem)  que, con más de 30.000 clientes y más de 180 empleados, es una de las empresas líder en el mercado de soluciones de gestión para las pymes. Su principal responsable, Fulgencio Meseguer, tiene claro que “Jaén es una tierra que ofrece unas condiciones óptimas a los empresarios”.

Meseguer es también el presidente de la asociación empresarial PROA, que impulsó el 28 de abril el paro de 15 minutos para reclamar  un futuro más esperanzador para Jaén, una provincia, apunta, “abocada a un creciente reto demográfico con la emigración de nuestros jóvenes mejor cualificados y el envejecimiento de nuestros pueblos y ciudades”. “La pérdida injustificada de oportunidades como el proyecto COLCE y la menor rentabilidad de nuestro olivar tradicional nos abocan a una situación insostenible si no hacemos algo: colaborar, protestar, exigir y exigirnos un cambio radical para mejorar nuestro futuro.

Por esta razón, para decirle a toda España que debe favorecer la convergencia real de todos los territorios como marca Europa, impulsando la igualdad de oportunidades para todos sus habitantes como defiende nuestra Constitución”, se indicaba en el manifiesto de la asociación PROA.

Mucho antes que PROA fue la plataforma ciudadana ‘Jaén Merece Más’ quien abanderó las movilizaciones contra el ninguneo y el olvido de las Administraciones a esta provincia, a las que se sumaron después otros colectivos. “Nuestra provincia es hermosa, bella, rica en recursos y potencialidades y un importante nudo geoestratégico que también nos están arrebatando”, indicaron representantes de las nueve plataformas convocantes que promovieron la caravana-manifestación de vehículos el pasado 7 de marzo.