La finca ecológica Bonilla, de Torres de Albanchez, impulsa este certamen que transmite esperanza al medio rural
Tras la reunión del jurado en Torres del Albanchez, se han fallado los Premios del I Concurso de Poesía Internacional Rural. El jurado ha estado presidido por Alejandro López Andrada y compuesto por Dolores Almeyda, Ezequiel Martínez, Concepción Montes, Josefa Parra y María del Carmen Álvarez, y actuando como secretario Antonio Aguilera Nieves.
Tras un amplio debate, intercambio de opiniones y análisis de las candidaturas presentadas se decide, por unanimidad, conceder el I Premio de Poesía Rural, en la categoría de adulto, premio “Felipa Marín” a Jorge Fernández Gonzalo por su obra “Stoikheia”, y el I Premio de Poesía Rural Internacional, en la categoría juvenil, premio “Isabel Montes” a Andrés Felipe Vargas Coronado por su obra “Un lugar en el mundo”.
Por la alta calidad de los trabajos presentados, el jurado, por unanimidad decide conceder un accésit en la categoría de adultos a Felipe Gracia Pérez y su obra “Gabardera”, y un accésit en la categoría juvenil a José Andrés Ludeña Martínez por su obra “Caminos de un pueblo”. Los accésits recibirán un trofeo conmemorativo y su obra será publicada.
Por otro lado, el jurado ha querido destacar que las obras ganadoras transmiten esperanza e ilusión hacia el mundo rural, exaltan la naturaleza con mucha finura, sensibilidad y elegancia. Son obras luminosas y huyen del victimismo.
Stoikheia, la obra ganadora en categoría Adulto, es un poemario que desprende presente y futuro. Evita el musgo, el derrumbe, la maleza destructora que se tragó el pasado, la tristeza de lo añorado. Huye del pesimismo y describe orgulloso el vuelo del vencejo, el color del chopo, el viaje del río. Su lectura es ágil, desprende alegría,optimismo y amor al mundo rural.
Fragmento:(Traducción de unos alhelíes)
Míralos, en su arquitectura,
Sin piedad como todo lo hermoso
Y callados, espuma en flor,
En el enigma cruel de su pureza.
Conocen el secreto y saben
La inutilidad de conferírnoslo.
Los premios quieren ser un homenaje a dos mujeres “Felipa Marín” e “Isabel Montes” (Yeye).
Felipa Marín, fallecida a los 85 años en Torres de Albanchez,fue un ejemplo para las mujeres anónimas de la Sierra de Segura. Felipa luchó para sacar a sus 12 hijos adelante, trabajando en el campo, viviendo en un cortijo prestado, hasta que pudo tener su propia casa. Fue una mujer sencilla, sonriente, feliz y trabajadora.
En cuanto a “Isabel Montes”, “Yeye”, como la llamaban sus familiares y amigos más íntimos, fue un ejemplo de entrega a los demás sin esperar nada a cambio. Su generosidad sin límites y su capacidad de escucha la hicieron destacar y ganarse el cariño de los que la conocían. Su admiración por los más jóvenes se verá reconocido en este premio.
Igualmente, el jurado y la organización ha hecho una reseña destacada de la calidad de los trabajos presentados, procedentes de trece países. De los admitidos a concurso, 204 en total, 111 llevan la firma de hombres y 93 de mujeres, la mayoría de ellos procedentes de España (160), de 14 comunidades autónomas. El jurado destaca la participación de poemarios de trece países, destacando un número amplio llegados desde Cuba, Venezuela y México.
El próximo 6 de noviembre, en la Finca Ecológica Bonilla de Torres de Albanchez, se celebrará el acto de entrega de los premios, y en donde también se ubicará un bosque poético en el que se unirán la naturaleza y la poesía.