Colectivos vecinales de la Sierra de Segura piden la reapertura del campamento juvenil y su gestión a través de una cooperativa con pobladores locales

El campamento juvenil de Río Madera, en la Sierra de Segura, vio la luz a principios del siglo XX de la mano de la Institución Libre de Enseñanza, que habilitó estas instalaciones como centro de formación de Magisterio de esta insigne institución liderada por Francisco Giner de los Ríos. Así estuvo gestionado hasta el final de la Guerra Civil.

Posteriormente, durante la dictadura franquista este recinto de cinco hectáreas estuvo gestionado por la Falange y la ONJE. Ya en Democracia, la instalación quedó adscrita al Ministerio de Cultura hasta la llegada del estado autonómico, cuando pasó a formar parte de la Junta de Andalucía.

Antes del final del pasado siglo el campamento pasó a depender de Inturjoven (un órgano también de la Junta de Andalucía) y, lo más sorprendente, es que pocos años después de acometerse unas obras de acondicionamiento el campamento cerró sus puertas y desde entonces siguen abandonadas más allá de alguna actividad puntual organizada por alguna administración autonómica o municipal.

Ahora, un grupo de vecinos y colectivos de la Sierra de Segura ha emprendido una campaña, con firmas de apoyo incluidas, para que el campamento reabra sus puertas, y no sólo durante los meses estivales sino durante todo el año.

“Creemos que el campamento puede ser un revulsivo para la creación de empleo y para luchar contra la despoblación en esta comarca tan castigada”, asegura Pedro Ortega, uno de los promotores de la iniciativa ciudadana por la apertura de este emblemático e histórico campamento juvenil.

Los vecinos de la Sierra de Segura creen que las instalaciones de Río Madera podrían convertirse en un centro de formación ambiental que atrajera a alumnos de todos los rincones del país. Y para la gestión del mismo, Ortega plantea que la solución más viable sería su adjudicación a una cooperativa de trabajo asociado donde se prime que todo el empleo provenga de la propia comarca segureña.

Sobre estas líneas, vecinos de la Sierra de Segura durante una visita a las abandonadas instalaciones del campamento juvenil de Río Madera.