Al certamen convocado por la Fundación Savia y la Finca Bonilla de Torres de Albanchez se han presentado 324 trabajos de 15 países

Fotografía de portada: Reunión del Jurado del Concurso de Poesía Rural.

Se ha celebrado la reunión del jurado de la segunda edición del Concurso Internacional de Poesía Rural que convocan la Fundación Savia y la Finca Bonilla, y que cuenta con la colaboración de la Diputación de Jaén.

Al certamen se han presentado 324 trabajos, procedentes de 15 países, destacando el jurado la altísima calidad de los poemarios, con una importante carga poética y emocional, centrados en los diversos ámbitos del medio rural: Usos y costumbres populares, oficios, actividades agrarias y artesanales, biodiversidad y contemplación de los ciclos naturales. Revisadas las candidaturas recibidas, han sido admitidas a concurso 295 poemarios en la categoría de adulto y 13 poemarios en la categoría juvenil. De ellas, el 31,7 % han sido de mujeres y el 68,3 % de hombres.

Tras las deliberación el jurado, presidido por Alejandro López Andrada y compuesto por Concha Montes, Lola Almeyda, Marí Carmen Álvarez, Ezequiel Martínez, Josefa Parra y, Antonio Aguilera Nieves como secretario, ha decidido otorgar el premio en la categoría adulto, Felipa Marín, dotado con 3.000 euros, al poemario PEREGRINO DE LA LLUVIA, de Pedro Porres Oliva por su importante carga emocional al describir algunos pasajes cotidianos de la naturaleza como es el caso de los versos: (Busco en el envés de las hojas/De encina y en los frutos del madroño/Que guardan la sangre de las plumas del petirrojo)

Igualmente, se acuerda conceder un accésit, en la categoría de adulto al poemario EL BAILE LENTO DE LOS BERROS, de Francisco Javier Sánchez Durán, por ser la obra un grito desesperado por salvar nuestra maravillosa naturaleza, nuestros bosques y nuestros campos, ríos y riberas.

El premio en la categoría juvenil, Yeye Montes, dotado con 1.000 euros, al poemario al poemario MEMORIAS DEL VERGEL, de Nicolás Muñoz Villacañas, al ser una obra en la que, a pesar de la juventud de su autor, demuestra una madurez discursiva y una fuerza rotunda en sus versos, una gran soltura en la construcción poética, el uso del lenguaje y la defensa del medio rural: (Cuánta lágrima hizo falta para ser cascada/cuánta tierra mecida, cuánto caudal/y lecho de luna./La semilla del sosiego, la memoria del vergel/y el fulgor del cobijo idílico de la gota de lluvia).

Asimismo, el jurado del concurso decide convocar el acto de entrega de los premios para el sábado 9 de noviembre en Torres de Albanchez, jornada en la que también se presentará el libro editado por Bicho Malo Libros con los poemarios ganadores y los accésits, y se descubrirán las nuevas placas en el bosque de los poetas de la Finca Bonilla.