El INE pronostica que la provincia jiennense perderá otros 44.500 habitantes hasta el año 2039, una tendencia que se mantiene desde hace 12 años

Fotografía de portada: Panorámica de Villardompardo, uno de los municipios que pierden población año tras año.

La provincia de Jaén continuará su sangría demográfica en los tres próximos lustros. Según la proyección de población entre 2024 y 2039 realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la provincia jiennense perderá otros 44.500 habitantes este periodo.

Según el INE; la provincia de Jaén cuenta en 2024 con una población de 619.100 habitantes, frente a los 620.637 con que contaba el 1 de enero de 2023. Y la población proyectada para el año 2039 es de 574.600 habitantes.

Hay que recordar que en los últimos 12 años la provincia de Jaén acumula ya una sangría demográfica que supera los 47.000 habitantes, y el censo queda ya lejos de los 670.761 habitantes con que contaba la provincia en 2010.

Además, esta proyección de población tan poco alentadora contrasta con las previsiones que da el INE a nivel nacional. Así, la población española rozará los 54 millones de habitantes dentro de 15 años, a finales de 2038, y seguirá aumentando, aunque más lentamente, hasta los 54,6 millones durante el próximo medio siglo, para 2074. Estos cálculos, de cumplirse, indican que España, que hoy ronda los 48,6 millones de censados, ganará algo más de cinco millones de habitantes en los próximos 15 años y unos seis millones en cincuenta.

Todo este aumento de la población será posible gracias a la importante llegada anual de inmigrantes, fenómeno que todo apunta a que no se va a interrumpir en las próximas décadas. El crecimiento vegetativo interno español (el saldo entre nacimientos y muertes) no va dejar de ser negativo en el próximo medio siglo, cuando está previsto que se mantenga la tendencia de la última década, con bastantes más fallecimientos que alumbramientos.

De hecho, según los cálculos del INE, los residentes en España, pero nacidos en el extranjero serán dentro de cincuenta años el 39% de la población española, uno de cada cuatro censados. Esa proporción es justo el doble del peso demográfico que tienen en la actualidad los inmigrantes, que rondan el 18% de la población, sobre ocho millones y medio de residentes.

Las estimaciones de los técnicos para el escenario central de su proyección es que en los próximos cinco años el aumento de la población de origen inmigrante sea de unos 3,5 millones, que en quince años, para 2038, hayan subido desde hoy en siete millones y que en medio siglo, para 2072, sean casi 17 millones más que ahora, hasta rondar los 25 millones. No se mantendrá el actual y altísimo flujo de llegadas netas, próximo a las 800.000 anuales, pero el saldo migratorio seguirá por encima del medio millón anual hasta el final de esta década, se situará en quince años sobre las 280.000 llegadas netas anuales y aumentarán en 2072 hasta una media de 300.000.